Las perspectivas sobre la situación económica no son muy alentadoras, debido a los diferentes acontecimientos que se están presentando y que dificultan, cada vez más, la reactivación económica.
Son tiempos difíciles; por lo tanto, las micro y pequeñas empresas (mypes) deben diseñar estrategias para adaptarse a un nuevo perfil de consumidor, que se vuelve más austero en sus gastos.
Este perfil conservador que está adoptando el consumidor implica que limitará sus gastos necesarios al mínimo, en el sentido de comprar solo lo indispensable y necesario para vivir, y restringirá sus gastos no necesarios.
En este sentido, las mypes deben de ofrecer productos que se adapten a estas necesidades del consumidor, que busca la utilidad y practicidad del producto o servicio por encima de marcas específicas, moda o estilo.
Ante este comportamiento del consumidor, es importante que las mypes fidelicen a sus clientes y que ofrezcan un buen servicio de atención al cliente, para atender sus consultas y sugerencias en el producto o servicio que reciben. Con este nuevo perfil del consumidor, se hace necesario conocer lo que este busca o necesita, y procurar que el producto o servicio cubra sus expectativas. La permanencia en el mercado de una mype dependerá de la frecuencia con la que los clientes compran o consuman lo que esta ofrece.
El negocio de las mypes en tiempos de crisis no solo depende de la adecuada administración de la liquidez, sino que ahora deben preocuparse por atender al cliente, conociendo sus gustos y preferencias en esta etapa de restricciones económicas.