Los mercados de todo el mundo acaban de sufrir desplomes con el inesperado triunfo de Donald Trump en los comicios electorales de ayer, en Estados Unidos. Los mercados europeos han sufrido una fuerte caída en sus operaciones, y experimentado fugas de dinero hacia transacciones financieras más “seguras”, como el oro, el Yen japonés, y otras divisas.
La inquietante sensación de próximas caídas y sacudones en las acciones financieras internacionales se da porque al eventual nuevo presidente de los EE.UU., Trump, se le percibe como el «gran desconocido«, mientras que Clinton era vista como un ejemplo de la consigna que dice: «mejor malo conocido, que bueno por conocer», como argumenta la BBC.
Aunque con el correr de las horas, desde ayer, los números rojos fueron cambiando a verde, en este escenario sí hubo ganadores: según el FTSE (Financial Times Stock Exchange: es el índice bursátil compuesto por los 100 valores más importantes de la bolsa de Londres), indicó a las farmacias, las mineras, y las empresas dedicadas a la defensa como las que más se beneficiaron.
Los grandes perdedores han sido los bancos y los negocios minoristas. A la redacción de este artículo, los inversores siguen en modo “espera y ve”.
Y mientras tanto, los acuerdos comerciales entre los Estados Unidos y la Unión Europea (los TTIP), se presentan como las primeras “víctimas” de la era Trump, pues éste ya había sugerido que, de llegar a la presidencia, resolverá los pactos con los países del sudeste asiático (los TTP). Desde Bruselas, el Consejo Europeo de la UE ya pidió audiencia para hablar de estos temas con EE.UU.
En fin, el comercio mundial está “pausado”; y la situación es de incertidumbre, naturalmente, hasta que Trump se pronuncie de forma clara sobre la forma de jugar con los negocios mundiales. Esperemos.