El reciente debilitamiento del dólar frente al sol peruano ha generado expectativas sobre su impacto en la economía local. Mientras algunos sectores podrían ver una reducción en sus costos, otros enfrentan efectos contrarios. El economista Gustavo Meza, de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), analiza cómo esta situación influye en importaciones, exportaciones y remesas en Perú.
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Cómo influye la caída del dólar en importaciones y exportaciones
Gustavo Meza explicó que el dólar ha alcanzado aproximadamente 3,37 soles, el nivel más bajo en cinco años. Esta disminución puede favorecer a empresas y consumidores que dependen de bienes importados. “El dólar en las últimas semanas ha tenido una tendencia a reducir su valor… esto abre espacio para que ciertos productos que llegan del extranjero, por ejemplo, alimentos procesados, combustibles, maquinarias, equipos médicos, puedan dejar de subir e incluso bajar ligeramente cuando las empresas renueven sus inventarios”, señaló.
El economista detalló que el valor del dólar depende de la oferta y la demanda, tanto en el mercado local como internacional, y que factores como el menor crecimiento económico de Estados Unidos y la guerra comercial con China han debilitado la divisa.
En contraste, los exportadores de minerales y productos agrícolas podrían verse afectados. “Cuando reciben dólares, esos dólares valen menos y como tienen que pagar a trabajadores o a proveedores, van a requerir más dólares para convertirlos a soles”, explicó Meza. Además, quienes reciben remesas del extranjero también podrían notar una disminución en el valor de los envíos.
Sectores de la economía peruana más y menos beneficiados
El especialista señaló que los sectores que más se benefician son aquellos que dependen de insumos importados, como la construcción y la salud, donde maquinaria, vehículos y medicinas importadas requieren menos soles para su adquisición. En cambio, exportadores de metales y productos agrícolas podrían enfrentar menor rentabilidad local, aunque los altos precios de metales como oro y cobre contrarrestan parcialmente este efecto.
Meza agregó que el impacto sobre la inflación en el bolsillo de los consumidores no es inmediato. “Muchas veces las empresas compran sus productos en el extranjero y los guardan en stock, por lo que no pueden bajar los precios hasta que agoten inventarios. Este efecto puede tardar uno o tres meses dependiendo del sector”, indicó.
Finalmente, sobre la proyección futura del tipo de cambio, el economista anticipó que se mantendría estable hasta finales de año, entre 3 y 3,60 soles, y que factores como las elecciones podrían generar fluctuaciones adicionales el próximo año.
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