Unas 90 ballenas piloto han muerto y cerca de 200 siguen varadas en una bahía de Tasmania, en el sur de Australia, donde la operación de rescate continúa y el tiempo apremia.

“Al menos 25 mamíferos fueron liberados hasta ahora”, anunció un responsable de la operación de rescate.

Los científicos precisaron que dos grupos de esta especie de cetáceos encallaron en bancos de arena en Macquarie Harbour, una bahía cerrada por un paso estrecho en la costa oeste, salvaje y poco poblada de Tasmania.

En los vídeos se ve a los mamíferos esforzándose por escapar de estas aguas poco profundas. Las lanchas y embarcaciones semirrígidas de los socorristas navegan alrededor para tratar de ayudarles a salir a flote.

En algunas fotografías se ve a socorristas con trajes de neopreno de pie, sumergidos en el agua hasta la cintura, a pocos metros de los cetáceos varados.

Kris Carlyon, biólogo empleado por el gobierno, dijo que alrededor de “un tercio” de los 270 animales murieron el lunes por la noche. Además, que salvar a las ballenas piloto vivas constituye un “desafío” que podría llevar días.

El martes, estos esfuerzos parecían dar su fruto, con al menos 25 animales rescatados y acompañados hasta alta mar con barcos. Esto según Nic Deka, responsable de esta operación de rescate.

“Conseguimos rescatar un pequeño número, que parecía haberse quedado en el mar”, dijo. “Aumentamos nuestros esfuerzos” para salvar a más animales, añadió.

Escoger a quién salvar

Los varamientos de mamíferos marinos son relativamente frecuentes en Tasmania, pero este es preocupante por la cantidad de animales afectados.

Unas 60 personas, incluidos empleados de granjas acuícolas aledañas, participan en esta operación de rescate. La misma que es muy complicada por el frío, la humedad y un régimen de mareas irregular.

Carlyon afirmó que la mayoría de las ballenas piloto, que están parcialmente bajo el agua, deberían poder sobrevivir varios días y que este clima, desagradable para los seres humanos, juega a favor de estos mamíferos marinos.

“Hace mal tiempo para las personas, pero para los cetáceos es ideal, por la humedad y por el frescor”, explicó a los periodistas en la localidad cercana de Strahan, en el norte de la bahía.

Los socorristas tendrán que seleccionar a los animales que salvan y centrarse en aquellos que son más accesibles, y los que parecen más sanos.