La naturaleza confirmó el lunes que al menos 20 familias instaladas a un costado del cementerio San José y a pocos metros de la desembocadura del Canal Vía, están en serio peligro de ser arrasados por el agua que discurre por el viaducto producto de las precipitaciones pluviales de estación.

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Pese a las advertencias de los funcionarios ediles para que retiren sus precarias viviendas de calaminas, palmas y esteras, hacen caso omiso a las disposiciones ediles exponiendo, sobre todo, a los menores que además tienen que soportar los olores nauseabundos de la basura, desagües y los pabellones de nichos del referido camposanto.

Esta situación ha motivado que la Procuraduría Municipal, a cargo del abogado César Rosales Meca, coordine con las autoridades policiales y el Ministerio Público una acción de desalojo la cual se concretaría en los próximos días a fin de poner coto a estos malos vecinos que con el pretexto supuesto de la necesidad de una vivienda invaden en cualquier sitio o área pública poniendo en riesgo sus propias vidas.

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