Dirigentes, ronderos y pobladores de la provincia de Ayabaca realizaron una marcha pacífica para exigir al alcalde Darwin Quinde Rivera y al gobernador regional de Piura, Luis Neyra León, que se culminen las obras emblemáticas paralizadas que afectan el desarrollo local.
Entre las principales demandas figuran la construcción del Hospital de Ayabaca y el proyecto de agua y saneamiento básico. Además de una obra de pistas y veredas actualmente en arbitraje, y la carretera interprovincial, cuya entrega, según los manifestantes, se habría postergado hasta el 2026, informó Diario Correo.
Comunidades exigen atención y diálogo
La presidenta de la Federación de Comunidades Campesinas de Ayabaca, Noralda Jiménez Ríos, señaló que la movilización busca llamar la atención de las autoridades ante el abandono y retraso de los proyectos públicos.
“Hemos manifestado nuestro malestar por las obras inconclusas, el abandono y los consorcios irresponsables que no están cumpliendo con los expedientes técnicos. Queremos soluciones reales y un diálogo sincero”, afirmó la dirigente.
Jiménez pidió una mesa de trabajo conjunta con el alcalde y el gobernador para abordar los problemas de infraestructura en la provincia.
“No solo queremos buscar responsables, sino hallar soluciones. El diálogo es el camino”, enfatizó.
“La vulneración de derechos es el abandono del pueblo”
Por su parte, el presidente regional de las Rondas Campesinas de Piura, Santos Montalván Castillo, defendió las acciones de su organización. Asimismo, afirmó que la verdadera vulneración de derechos es la falta de servicios básicos y de salud en Ayabaca.
“La vulneración de derechos no es la sanción a una autoridad, sino tener al pueblo olvidado. No hay hospital, las carreteras están destruidas y la gente no puede acceder a atención médica digna”, declaró durante la manifestación.
Montalván señaló además que el Hospital de Ayabaca permanece abandonado, y que las vías de comunicación están en mal estado, afectando directamente la calidad de vida de los ciudadanos rurales.

