En el mundo de hoy, la tecnología ha llegado a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida. El entretenimiento, trabajo e incluso el deporte son solo algunos de los campos que se vieron afectados por el avance tecnológico. Diferentes dispositivos nos permiten acceder a funciones y prestaciones a las que ahora utilizamos como moneda corriente, pero que antiguamente no eran para nada cotidianas.
Un claro ejemplo de esto, se ve en la evolución de las capacidades tecnológicas de los dispositivos deportivos. Los smartwatches, o relojes inteligentes, parecieran ser un factor absolutamente necesario en el mundo del deporte y la actividad física del día de hoy. Sin embargo, no todos los modelos de relojes inteligentes ofrecen las mismas funcionalidades.
La evolución del smartwatch
Si bien a día de hoy estamos acostumbrados a ver una cantidad de modelos de aparatos que parece infinita, fue uno en particular que marcó el comienzo de la era de los relojes inteligentes. El Seiko Tv Watch, considerado el abuelo del reloj inteligente, fue lanzado al mercado en el año 1982. Naturalmente, el lanzamiento de este aparato revolucionó el mercado y sentó las bases de la producción de este tipo de productos. Con la capacidad de poder consumir canales de televisión en la muñeca en cualquier momento, el Seiko Tv Watch cambió el juego.
Durante el resto de la década de 1980, otra marca reconocida se volcó al mundo de los relojes con funciones especiales. Casio, empezó a fabricar una línea de relojes ordenadores, además de su clásico reloj calculadora. Con este tipo de modelos, el mundo comenzaba a ver y experimentar lo que era tener un reloj que no solo marcaba la hora. Estos dispositivos empezaron a acostumbrar a las personas a poder aspirar a más en sus dispositivos electrónicos.
No fue hasta 2012, luego de numerosos proyectos fallidos, que los primeros relojes inteligentes vieron la luz. De la mano de la empresa Pebble y un proyecto de crowdfunding, nació el primer reloj inteligente conocido como el Pebble original. Con una funcionalidad más orientada a las prestaciones y un diseño que se decía “era de juguete”, Pebble irrumpió en el mercado con todas sus fuerzas.
A partir de esto, diferentes empresas tecnológicas decidieron sumarse en el mundo del smartwatch. Compañías como Samsung, Sony, Fitbit, entre otras; se volvieron exponentes en la producción de este tipo de dispositivos. Esta última, Fitbit, comprando la empresa Pebble en 2016, tres años antes de lanzar al mercado uno de sus productos más vendidos, el Fitbit Versa.
Con la llegada de las reconocidas empresas de tecnología, el mundo del smartwatch cambió por completo. La mayor cantidad de competencia y la constante aparición de nuevos recursos y mercados, permitió que estas compañías dominaran el mercado con nuevos modelos con características muy superiores a las que el público estaba acostumbrado.
Del control de los pasos a los Vo2 max
Como se nombró anteriormente, estos nuevos smartwatches incorporan funciones cada vez más específicas dentro del campo de la salud y el control físico. Los primeros relojes inteligentes deportivos, se limitaban a calcular un recuento de los pasos que realizaba el usuario. Actualmente, los relojes inteligentes están en una edad dorada en la que se enfocan en medir diferentes parámetros relacionados con la salud, la actividad y el deporte. Por supuesto, este auge de dispositivos con las funciones nombradas es posible gracias a nuestro interés por conocer estos valores de forma precisa y constante.
A partir de esto, se puede decir que se ha ido desarrollando una especie de conexión entre los avances tecnológicos y sus funciones y nuestro interés natural por el deporte y la actividad física. Nuevos valores como la frecuencia cardíaca, el monitoreo del sueño o la medición de los Vo2 max resultan casi indispensables en un reloj inteligente deportivo.
Vo2 max es un parámetro que indica el volumen máximo de oxígeno que nuestro organismo puede gestionar. Es, en otras palabras, una manera simple de definir con un número nuestra condición física. Se podría decir, que a medida que una persona entrena y mejora su estado físico, ese valor debería mejorar. El Vo2 max es, actualmente, un parámetro que los relojes inteligentes deportivos deben incluir a toda costa. Tomando como ejemplo el modelo Fitbit Versa antes nombrado, este tipo de reloj inteligente realiza un estimativo de ese valor y lo compara con otras personas de tu misma edad. Esta es una tecnología, que hoy en día, se considera como necesaria y se encuentra presente en otros modelos como el Samsung Galaxy Watch 6, el Huawei Band 8 y el Apple Watch SE.
Es clave destacar, que no todos los modelos de relojes cuentan con todas las prestaciones posibles. Es importante investigar y averiguar cuáles de ellos cuentan con las tecnologías que deseamos a la hora de medir nuestro desempeño físico.
Los smartwatches y el deporte
Gracias al desarrollo, prácticamente constante, de nuevos modelos de relojes inteligentes, el mundo del deporte se vio inclinado hacia el uso de estos dispositivos. Hoy en día, pareciera que, tanto a nivel profesional como en el amateur, el uso de los smartwatches es imprescindible.
El cuidado del cuerpo y la realización de actividad física han experimentado una increíble democratización desde la llegada de los smartwatches al mercado. El hecho de que este tipo de tecnología esté disponible y al alcance de las personas, ha logrado que se popularice la actividad física y sea más accesible al público.
Es importante entender, sin embargo, qué funciones o prestaciones específicas pueden ayudarnos a la hora de realizar actividad física. Si bien cada smartwatch tiene un foco diferente en cuanto a la experiencia del usuario, podemos decir que todos tienen ciertas características en común en cuanto a la experiencia de realizar el deporte en sí.
Tener la capacidad de evitar lesiones y poder monitorear la salud a medida que ejercitamos es algo completamente crucial. Al poder controlar diferentes signos vitales y tener la capacidad de analizarlas en cuestión de segundos, los smartwatches colaboran en la prevención de lesiones, entrenamiento forzado y fatiga. Siendo esta, una de las principales razones por la cual los relojes inteligentes se han vuelto tan reconocidos a la hora de realizar actividad física.
La relación entre el deporte y los relojes inteligentes también se observa en la capacidad de realizar entrenamientos personalizados. Con la capacidad de proponernos planes de entrenamiento en base a nuestros gustos y preferencias, la tecnología de los smartwatches ha logrado que haya una relación de confianza con la tecnología en el mundo del deporte. Además, a través de logros y recompensas pueden fomentar la actividad física y el hecho de llevar un modo de vida más saludable.
Otra gran característica con la que cuentan muchos modelos de relojes inteligentes, es la capacidad de compartir nuestros avances mediante redes sociales y aplicaciones. Los smartwatches, dan la opción a sus usuarios de sincronizar el dispositivo con diferentes plataformas en las cuales pueden subir y comunicar sus logros. De esta manera, logran fomentar la creación de diferentes comunidades en las que personas que hacen actividad física puedan realizar un intercambio. Esta sensación de camaradería y el hecho de poder compartir los avances logrados hace que la sociedad se vuelque hacia el consumo de los relojes inteligentes de la mano del deporte cada vez más.