En la actualidad, los negocios a nivel nacional, en especial las micro y pequeñas empresas, se enfrentan a desafíos que requieren de soluciones nuevas y positivas.

Una de las estrategias que va ganando campo con el paso del tiempo y que, además, brinda beneficios tangibles es la conversión de facturas comerciales en instrumentos negociables. Esto ofrece a las empresas la oportunidad de optimizar sus flujos de efectivo y acceder a formas de financiamiento más flexibles.

Las facturas negociables, que operan como instrumentos financieros o títulos valores, permiten transferir facturas comerciales mediante endoso o pagaré a instituciones bancarias. Esta práctica permite que las empresas cuenten con una herramienta poderosa conocida como factoring, un servicio que se traduce en una serie de ventajas financieras clave.

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De acuerdo con Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact, la factura negociable permite a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) obtener beneficios significativos. Entre ellos:

  • Acceso sencillo a créditos
  • Mayor liquidez para sus operaciones
  • Posibilidad de evitar generar deudas con el sistema financiero
  • Construcción de un historial financiero positivo

Las facturas negociables pueden ser eficientemente registradas en Cavali mediante Efact, lo que simplifica el proceso de gestión documental. Estas facturas son un título valor, es decir, representan un derecho a crédito y se pueden negociar para ser transferidas parcial o totalmente, según el acuerdo entre las partes involucradas.

Pasos a seguir

El especialista da tres pasos para el proceso del servicio factura negociable, para facilitar la inclusión financiera, permitiendo así el acceso a créditos basados en la evaluación de dichas facturas:

  1. Convertir la factura comercial a factura negociable.
  2. Se realiza una evaluación crediticia al solicitante (análisis de riesgo de la factura negociable). Ello en base al comportamiento comercial y la relación entre proveedor y comprador.
  3. Si hay mutuo acuerdo entre el emisor y la entidad financiera, el título valor que es la factura va a dicha entidad. Eso, para luego hacer el desembolso económico correspondiente.

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