Una de las grandes dudas que le surgen a quienes les gusta hacer ejercicio y dedican un lapso de su jornada a practicar algún tipo de disciplina, deporte o ir al gimnasio, es qué comer antes y después de esta actividad.
Juan Ramírez Gómez, instructor y nutricionista, informó a la revista Fucsia que es importante alimentarse antes de hacer una rutina. Según el especialista, cada persona requiere de una ingesta determinada de calorías en función del ejercicio que se vaya a realizar y de sus características físicas.
Sin embargo, existen determinadas claves que deben aplicarse para todo el mundo, antes y después de practicar alguna actividad física.
Antes del ejercicio
Si existe una planeación de cuándo se va a realizar el ejercicio, lo conveniente es comer entre dos y tres horas antes del mismo, para dar tiempo al cuerpo a que haga la digestión y poder contar con la energía suficiente para desempeñar el esfuerzo físico.
Entre los alimentos recomendados, los que contengan carbohidratos complejos, como el arroz, la pasta y los tubérculos como la papa o la yuca. Las proteínas, presentes en el pollo, por ejemplo, son también un buen aliado para cargarse de energía pre ejercicio físico.
En caso de que la actividad se desarrolle a primera hora de la mañana, lo que implica que no se cuenta con tiempo suficiente para dejar pasar tantas horas, sigue siendo imprescindible comer un buen desayuno, completo y equilibrado, con un aporte balanceado de proteínas, carbohidratos y grasas.
Un ejemplo de desayuno adecuado estaría conformado por una rebanada de pan, integral a ser posible, con aceite de oliva, tomates naturales cortados en rodajas y jamón. Acompañarlo con una pieza de fruta, como un plátano.
Después del ejercicio
En este punto, hay que ser cuidadoso con no dejarse llevar por el hambre que puede suscitar la quema de calorías durante la sesión de ejercicio físico, es decir, no echar a perder lo conseguido. Pero sigue siendo imprescindible alimentarse adecuadamente y de forma correcta para que el cuerpo se recupere después del esfuerzo. Lo ideal sería hacerlo entre 30 y 60 minutos después.
Así, resulta imprescindible, por un lado, reponer los líquidos y electrolitos que se pierden a través del sudor, de la ingesta de agua o bebidas deportivas; por otro, proporcionar proteínas al organismo para ayudar a la reparación del músculo.
Algunas de las recomendaciones de alimentación adecuada pos ejercicio sería un huevo hervido sobre una rebanada de pan integral, o pan de pita con jamón, tomate, lechuga y queso desnatado en su interior. El pollo es una opción perfecta. Se puede preparar salteado con verduras y arroz integral, o con pasta integral y una mezcla de brócoli y berenjena.
Las frutas son un aliado para después de una actividad deportiva, bien sea la pieza completa o en jugo, intentando siempre no añadirle azúcar.