En un escenario económico marcado por tasas de interés elevadas y criterios más estrictos de evaluación, las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Perú enfrentan desafíos para acceder a financiamiento. Sin embargo, según la economista Lilibeth Encalada, en entrevista para Impulso Norte, el sistema financiero mantiene una estabilidad patrimonial que, junto con el uso estratégico de datos y la inteligencia de negocios, puede mejorar el perfil crediticio de los emprendedores.
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Panorama del crédito para pymes en 2025
De acuerdo con Encalada, la economía peruana muestra resiliencia pese al contexto internacional, con baja inflación y un crecimiento cercano a su potencial. Este entorno ha permitido que el sistema financiero recupere rentabilidad tras el impacto de fenómenos climáticos y protestas sociales en 2023.
No obstante, las tasas de interés siguen siendo altas, lo que restringe el acceso al crédito, especialmente para micro y pequeñas empresas. “El dinamismo de las colocaciones se concentra en empresas de mayor tamaño, que representan un menor riesgo por sus años de operación y solidez en indicadores”, señaló.
El Reporte de Estabilidad Financiera del BCR (mayo 2025) revela que las colocaciones en micro, pequeñas y medianas empresas aún muestran una contracción anual de 2,7 %, mientras que las grandes empresas registraron un incremento cercano al 9 %. Sectores como comercio y servicios presentan mayor dinamismo, mientras que construcción y actividades intensivas en tecnología enfrentan más restricciones.
Factores clave que evalúan bancos y financieras
Las entidades financieras consideran principalmente la capacidad de pago y el apalancamiento para otorgar un crédito, evaluando la relación deuda-ingresos y el flujo de caja. Otros criterios incluyen:
- Antigüedad de la empresa: mayor tiempo de operación indica estabilidad y compromiso con obligaciones.
- Facturación y flujo de caja: determinan la capacidad de generar ingresos constantes.
- Formalidad del negocio: contar con RUC activo y cumplimiento tributario aumenta las probabilidades de aprobación.
- Estructura financiera y endeudamiento: nivel de solvencia y proporción de deuda.
- Plan de negocio y proyecciones: claridad y viabilidad en ingresos y gastos proyectados.
Uso de inteligencia de negocios para mejorar el perfil crediticio
Encalada destacó que la inteligencia de negocios (BI) es clave para proyectar estabilidad y reducir el riesgo percibido por los bancos. Esta herramienta integra estrategias y tecnologías para recopilar, analizar y transformar datos en información útil para la toma de decisiones.
Entre sus beneficios se encuentran:
- Monitoreo de indicadores clave (ventas, costos, inventarios) a través de KPIs.
- Identificación de tendencias y patrones para prevenir caídas en ventas.
- Optimización de procesos y reducción de costos.
Herramientas como Pentaho, disponible en versión gratuita y de pago, permiten generar reportes, gráficos y dashboards para el seguimiento de resultados y gestión diaria.
Alternativas de financiamiento más allá de la banca
Las opciones incluyen:
- Cooperativas: requisitos más flexibles, pero montos limitados y cobertura local reducida.
- Fintech: procesos ágiles e inclusión de pymes con historial limitado; riesgo de fraude y tasas altas.
- Factoring: liquidez inmediata mediante venta de facturas; implica comisiones y posible dependencia.
- Crowdfunding: financiamiento colectivo para proyectos específicos.
Recomendaciones para manejar el endeudamiento
Encalada recomienda planificar pagos en función de los ciclos de ingreso, priorizar deudas con tasas más altas, mantener la deuda en un rango del 30 % al 40 % del flujo operativo, monitorear el flujo de caja y reinvertir utilidades de manera prudente para fortalecer el patrimonio empresarial.
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