La prioridad del Poder Ejecutivo frente a la pandemia COVID-19 debe ser acelerar el proceso de vacunación en las regiones rezagadas y en poner énfasis en la aplicación de la tercera dosis, y no ampliar los horarios del toque de queda, medida que –por el contrario– afectaría negativamente al empleo y a la actividad económica del país.
Así se desprende del reporte “Implicancias de implementar toques de queda como medida de control de la pandemia ante una eventual tercera ola en Perú”, elaborado por Apoyo Consultoría por encargo de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).
De acuerdo con el estudio, el avance de la vacunación ha logrado contener la crisis sanitaria. Una muestra de ello es que, en las últimas semanas, a pesar del fuerte incremento de casos de coronavirus, las hospitalizaciones y los fallecimientos se han mantenido en niveles bajos.
Dicha situación, sumada al levantamiento de diversas restricciones, entre las que figuraba un menor rango de vigencia de los toques de queda, han permitido que se dinamice la actividad económica en sectores rezagados, como los restaurantes, retail, turismo, entre otros.
La población y los toques de queda
Según el estudio, la propia población tiene mayor preferencia por la aplicación de medidas menos restrictivas, como la vacunación. Así, se indica que, a diciembre del 2021, el 48% de los peruanos considera que el Gobierno debería acelerar la vacunación, mientras que un 80% rechaza la priorización de las restricciones a la movilidad de las personas.
“La evidencia muestra que los toques de queda generalizados no contribuyen a la reducción de fallecidos y tienen un impacto negativo en la actividad económica”, se sostiene en el reporte. Se añade que la relación entre la severidad de los toques de queda y la evolución de la pandemia no es evidente. En cambio, sostiene, la severidad del toque de queda tuvo un efecto evidente en la movilidad y en el empleo.
En ese sentido, el reporte señala que la ampliación del toque de queda en 25 provincias que pasaron al nivel de alerta moderado, entre las que se encuentran Lima y el Callao, donde ahora la inmovilización comenzará a las 11:00 pm, provocará grandes perjuicios en los sectores que venían reactivándose.
De acuerdo con estudio, tres horas más de toque de queda en estas jurisdicciones provocaría una caída del 8.5% en la movilidad, del 12% en el PBI de restaurantes y del 8% en el empleo en restaurantes, lo que afectaría a personal de atención, cocina, limpieza, seguridad, entre otros.
“Ante ese contexto y el eventual aumento del número de casos por la presencia de la variante Ómicron, se debe evaluar la evidencia para diseñar buenas políticas. En general, existen políticas más efectivas para controlar el virus sin afectar el empleo”, indica el reporte.
En el reporte se indica que, además de la vacunación, otros aspectos en los que el Gobierno debe poner énfasis son en fiscalizar el cumplimiento de los protocolos, como los aforos, distanciamiento y el uso de mascarilla; y mejorar su capacidad de respuesta hospitalaria y testeo. No deben tomarse decisiones basándose en una política de “Covid cero”, como si estuviésemos al inicio de la pandemia.