El comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), general Víctor Zanabria, informó que Erick Moreno Hernández, alias El Monstruo y detenido en Asunción, Paraguay, habría acumulado cerca de 20 millones de soles mediante actividades ilícitas relacionadas con la extorsión y el sicariato.
“Se llegó a identificar 20 millones de soles que se habrían captado de mala forma, producto de estas acciones criminales”, precisó Zanabria al destacar el trabajo de inteligencia que permitió seguir la ruta del dinero.
Estrategia policial y cerco a su entorno
El jefe policial detalló que la operación incluyó el rastreo financiero y la presión sobre su círculo cercano.
“Se trabajó con su pareja sentimental, con su madre y con toda su cadena de soporte. Su pareja actual está embarazada y con la detención de su mamá se le arrinconó emocionalmente”, explicó.
Además, resaltó que el seguimiento del flujo económico hasta Paraguay, junto con la colaboración de las policías de ese país, de Bolivia y de Brasil, resultó clave para dar con su paradero.
Caída en Paraguay
Moreno, líder de la organización criminal “Los Injertos del Cono Norte”, fue capturado la noche del 24 de septiembre en una vivienda alquilada en San Lorenzo, a 15 kilómetros de Asunción. La operación conjunta entre la PNP y la Policía paraguaya permitió detenerlo en la tercera intervención ejecutada contra él. Zanabria sostuvo que su captura era inminente, pues los equipos de inteligencia ya lo tenían cercado.
La zona donde se le ubicó, conocida como “Ciudad Universitaria”, está conformada por casas separadas. Esto dificultaba que los vecinos identificaran quiénes residían en la zona.
Intento de soborno
El jefe de investigación de la Policía de Paraguay, Hugo Grance, reveló que Moreno ofreció un millón de dólares para evitar su detención.
“Es cierto, intentó sobornar a las autoridades ofreciendo dinero en efectivo. Afirmó que no lo tenía en ese momento, pero podía conseguirlo con una sola llamada”, relató en declaraciones a América Noticias.
Al comprobar que no obtendría beneficios, Moreno se resignó y no opuso resistencia.
“Adoptó una postura sumisa, de una persona derrotada. No presentó una actitud desafiante”, añadió Grance.
Perfil bajo para evitar sospechas
Según la investigación, el delincuente se alojaba en viviendas modestas y cambiaba de domicilio cada 45 días para evitar su identificación. El inmueble en el que se le detuvo mantenía esas características, lo que le permitió pasar desapercibido durante semanas hasta que finalmente las autoridades lo ubicaron.