En el escenario más favorable posible, Piura registraría más de 156 mil casos en una tercera ola de la covid-19. Así lo prevé el último informe técnico publicado por el Centro de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa).

La ciudad se convertiría en la tercera región más afectada por el coronavirus ante una nueva ola de contagios. Además, el reporte proyectó que la región tendría el mayor número de defunciones, después de Lima.

Julio Barrena, especialista en medicina familiar, comunitaria y atención primaria, señala que el informe fue realizado teniendo en cuenta el avance de la vacunación en Piura hasta fines del mes de julio.

Sin embargo, explica que el reporte es una proyección y funciona como “una advertencia”. Las cifras expuestas por el Minsa podrían verse modificadas dependiendo de distintos factores que implican el accionar de las autoridades sanitarias nacionales, regionales y locales, así como el comportamiento de la población.

“Si la vacunación no avanza con la suficiente rapidez, si la población no respeta las medidas de bioseguridad y continúan manteniendo reuniones o aglomerándose en lugares cerrados, la posibilidad de una tercera ola de gran magnitud se acrecienta. Lo contrario pasa si se implementan medidas rápidamente desde todos los sectores de la sociedad”; sostuvo el médico.

Asimismo, cree que la variante Delta de la Covid-19 es un factor de riesgo a tener en cuenta. “En países como Estados Unidos, la variante Delta predomina en un 80% de los contagiados”, señala. Por ello, el movimiento desde regiones donde se han identificado decenas de casos, como Lima, hacia otras podría extender esta cepa del virus e impulsar el número de contagios.

Descenso de contagios y defunciones

El también miembro del Colegio Médico explica que el descenso constante se ha estancado. Entre el mes de julio y los primeros días de agosto no se percibe una modificación importante en la cifra de contagios y defunciones. Si los reportes epidemiológicos continúan así, significaría que hemos llegado a la meseta de la segunda ola, lo que supone un signo de alarma.

Por ello, Barrena considera que se debe priorizar la vacunación de los adultos mayores, quienes aún no han sido inmunizados en su totalidad. “Hasta la fecha, cuentan con las dos dosis más de un 70% de adultos mayores. Hay que buscar cerrar brechas y alcanzar, al menos, un 90% de vacunados”, recomienda.

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