La mañana del 8 de julio, decenas de pacientes renales se reunieron en el Hospital Cayetano Heredia del distrito de Castilla para exigir que EsSalud pague sus deudas en tres clínicas locales que brindan el servicio de hemodiálisis ambulatoria. Esta problemática se repite por segunda vez este año, poniendo en riesgo sus vidas.
Como se sabe, hace unos días las clínicas Santa Inmaculada Centro Diálisis SAC, Nefrolife Piura SAC y Centro Nefrológico del Norte anunciaron la suspensión de sus servicios por los pagos pendientes por parte de la red asistencial. Ante ello, los más de 300 pacientes afectados anunciaron una protesta en el nosocomio para hacer respetar sus derechos.
Respuesta de EsSalud
En medio de la protesta, los representantes de EsSalud les informaron a los afectados que el servicio se iba a normalizar, pues ya habían cancelado parte de las deudas con las clínicas. Asimismo, a través de sus redes sociales la red asistencial comunicó: «Más de 400 pacientes con insuficiencia renal continúan su tratamiento. Ellos reciben el servicio de hemodiálisis en sus respectivos centros en la región. Asimismo, se realizan inspecciones en los establecimientos de atención para verificar que el servicio de hemodiálisis se realice de forma oportuna».
A pesar de la solución, uno de los pacientes renales aseguró que esta medida sería solo temporal por lo que han creado una comisión que viajará a Lima y pedirá la renuncia del ministro de Salud y una solución definitiva. Él afirma que esta problemática pone en riesgo su salud y la de los más de 300 pacientes, pues no reciben la hemodiálisis a tiempo.
«Nosotros nos dializamos tres veces a la semana. Nosotros desde el viernes estábamos con el temor que ya no nos iban a dializar el lunes. Por eso dejamos de comer para no hincharnos porque si pasa eso, ya es algo grave», declaró un paciente a Walac Noticias.
«Nosotros reclamamos nuestro justo derecho, los que nos dializamos dependemos de eso», añadió.
Asimismo, agregó que EsSalud les da las medicinas que necesitan a medias, significando un gasto adicional a su presupuesto para poder continuar con sus tratamientos.
Los más de 300 pacientes renales afectados esperan que esta medida no sea temporal y que el servicio de hemodiálisis no interrumpa en los próximos meses del año.