El presidente de Petroperú, Oliver Stark, anunció que el directorio de la empresa estatal aprobó ocho medidas cruciales para sanear la compañía y demostrar que los cambios «van en serio». Esta decisión llega luego que el ministro de Energía, Rómulo Mucho, declarara en febrero que la petrolera estaba «quebrada» y que su «recuperación es imposible» sin cambios estructurales.
En una entrevista con El Comercio, Stark afirmó: «Ahora sí estamos ajustándonos el cinturón». Entre las medidas destacadas se incluye el abandono del edificio principal en la Av. Paseo de la República, en San Isidro, y la reubicación del personal a Talara. Ahí, se encuentra el complejo de refinación de crudo.
El presidente explicó que el traslado de todo el personal a Piura, con algunas excepciones como el área legal y de compras, ya fue aprobado y está programado entre enero y marzo de 2025.
Venta de activos no esenciales
Una de las estrategias para generar liquidez incluye la venta de activos no esenciales, como el edificio central y otras propiedades en Talara y Punta Arenas. Stark mencionó que, aunque estos activos están en garantía por facilidades otorgadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), es un tema interno que Petroperú resolverá.
Otra medida importante es la contratación de una empresa restructuradora que gestionará Petroperú como un CEO privado, adoptando un modelo de Project Management Office (PMO) o Chief Transformation Office (CTO). Este proceso de contratación se completaría en septiembre de 2024.
Asimismo, el director también anunció una auditoría forense del proyecto de modernización de la refinería de Talara. Esto con el fin de identificar responsabilidades por los retrasos y sobrecostos. La medida busca evitar que errores similares se repitan en el futuro.
Reformas y apoyo del Gobierno
Como se recuerda, el Gobierno implementó una reforma estructural en Petroperú, otorgando al MEF mayor capacidad de decisión en la Junta General de Accionistas. Además, se destinó un paquete de ayuda con un préstamo de S$800 millones y una línea de crédito de US$500 millones. No obstante, el ministro José Arista descartó recientemente una nueva inyección económica tras la rebaja de la calificación de la firma por Standard & Poor’s.