El presidente de Estados Unidos Barak Obama creó el último 26 de agosto la zona de protección ecológica más grande del mundo en las islas del noroeste de Hawai.
Con el anuncio, se cuadriplicó el tamaño del área protegida conocida como Papahanaumokuakea establecida en 2006 por George W. Bush. Así la gran reserva marina se extiende sobre 1 millón y medio de km cuadrados, lo cual representa cuatro veces el tamaño del Estado de California. El espacio protegido alberga a 14 millones de especies marinas, entre ellas albatros, focas monje, tortugas verdes y monos en peligro de extinción. En su proclamación oficial, el gobernante declaró: «Esto es en el interés público de preservar el medio ambiente marino.»
Sin duda la acción de Obama refleja la alta prioridad que su gobierno ha puesto en temas de conservación y el cambio climático y para ello ha utilizado toda su autoridad ejecutiva, en virtud de la Ley de Antigüedades declarada por Theodore Roosevelt en 1906. Así ha puesto fin a la pesca industrial en este lugar tan lleno de vida silvestre. La noticia cobra vigencia en nuestro país por la omisión de Ollanta Humala y el actual silencio de Pedro Pablo Kuczynski para reservar 116 mil hectáreas de las costas de Piura y Tumbes.
«Los océanos son la historia no contada del planeta. Cuando se trata de cambio climático, necesitamos tener un sentido de urgencia cuando se trata de proteger el océano que nos sostiene,» señaló el senador Brian Schatz (D-Hawaii), quien ayudó a negociar con grupos de nativos de Hawai y pescadores de palangre industrial. No sorprende que mandatarios de otras partes del globo como Chile, Colombia, Australia, Estados Unidos, encuentren en la protección de sus recursos nacionales una vía para fortalecer y hacer sostenibles sus economías.