Los desastres naturales influyen en la conducta de los niños, generando cambios en ella y hasta cuadros de estrés complicados que requieren medicación, según informó Ana María Castañeda, psicóloga del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja-INSN SB.
“Pueden mostrarse más callados, no se movilizan mucho, tienen dificultades para dormir, duermen con sobresaltos, y algunos se vuelven agresivos, peleoneros. Si estos síntomas persisten luego de tres semanas, estaremos ante un estrés complicado, y será necesaria intervenir con psiquiatría y ver la posibilidad de una medicación”, señaló.
El papel de los padres
Según la especialista, son los padres quienes deben de darles seguridad y decirles que si bien no tienen las comodidades de antes, ahora están seguros.
Asimismo, comentarles que la tristeza en estas circunstancias es normal y que ellos no tienen la culpa de lo ocurrido, ya que es frecuente que en estos casos, los niños empiezan a cuidar a los adultos.
Fuente: Andina