Médicos advierten que mal uso de antibióticos es más peligroso que bacterias

Cuando se consumen antibióticos sin que sean necesarios se produce lo que se conoce como resistencia bacteriana.

Consumir antibióticos para “curar” procesos virales, ya sea por mala prescripción médica o por automedicación, se ha vuelto muy común entre los peruanos, sin saber que este consumo indiscriminado puede acabar con la vida de las personas.

¿Cómo así?

“Cuando se consumen antibióticos sin que sean necesarios o se consumen dosis incorrectas se produce lo que se conoce como resistencia bacteriana, por la cual los microorganismos expuestos a los antibióticos sufren cambios y se hacen más fuertes y resistentes a las medicinas”, explicó el doctor Alfredo Hidalgo, médico infectólogo del hospital Alberto Sabogal.

Al respecto, el doctor Elmer Huerta explicó que las bacterias han estado en nuestro planeta 200 millones de años y son tan inteligentes que aprovechan nuestros errores, para hacerse más fuertes y resistentes.

"Se pasan la resistencia de unos a otros, una vez que conocen los antibióticos, desarrollan un mecanismo y pasan el dato a las siguientes generaciones de bacterias", indicó el doctor  Huerta. 

El destacado médico peruano manifestó que en algunos casos son los responsables son médicos que suministran anitibióticos pese a tener conocimiento que están frente a un paciente con un proceso viral y no bacterial. A ello se suma la automedicación y la venta sin mayor control de recetas en muchas farmacias.

"Hay muchas veces un abuso por parte del médico, un mal uso por parte del paciente, y hasta del industrial. En las grandes granjas de pollo, vacas y chanchos, usan antibióticos para que la carne salga más jugosa. Estamos en una crisis mundial de antibióticos ", señaló.

Cifras alarmantes en el Perú

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), del total de medicamentos vendidos en farmacias peruanas, el 60% corresponde a antibióticos, y del total de antibióticos expendidos, el 40% se hizo sin indicación médica.

La “cultura” de la automedicación es muy alta en nuestro país y, según la OPS, registra indicadores más elevados que en países vecinos.

El abuso de antibióticos puede producir desde gastritis e intoxicaciones hasta mutilaciones y la muerte.