La provincia de Ayabaca se prepara para vivir un emocionante y esperado evento que traerá no solo fervor religioso, sino también una bocanada de aire fresco para su economía.
El director regional de Turismo, Richard Neyra, anunció con entusiasmo que desde el primero de octubre hasta el fin del mes, se espera la llegada de aproximadamente 15 mil turistas, ávidos de participar en la festividad en honor al Señor Cautivo de Ayabaca.
Esta festividad ha ganado renombre a nivel nacional por lo que cobrará especial relevancia este año tras los estragos provocados por el ciclón Yaku en la provincia de Piura. Ayabaca, como parte de esta región, también sufrió las consecuencias de este fenómeno natural. Sin embargo, la determinación de su comunidad han brillado aún más fuerte.
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Listos para la fiesta
Las hermandades locales se han preparado meticulosamente para recibir a turistas nacionales y extranjeros. El Señor Cautivo de Ayabaca, una imagen religiosa venerada con pasión en todo el país, atrae a una multitud de devotos, y este año no será la excepción. Peregrinos locales y personas de diversas regiones del Perú llegan a Piura con devoción y determinación.
El director regional de Turismo, consciente del impacto positivo que esto tendrá en la economía local, busca estimularla aún más. Por ello, se están organizando una variedad de actividades que abarcan desde eventos culturales y religiosos hasta iniciativas turísticas en la zona. Este esfuerzo conjunto tiene como objetivo principal revitalizar la economía de la provincia, ofreciendo a los visitantes experiencias inolvidables en este rincón de Perú.
Resguardo Policial
Las autoridades policiales también han mostrado su compromiso con la seguridad durante las festividades. Medidas de seguridad rigurosas se implementarán para garantizar un entorno seguro tanto para los residentes locales como para los visitantes. Esta promesa de seguridad permitirá que todos disfruten plenamente de la celebración sin preocupaciones, sabiendo que su bienestar está en buenas manos.
La festividad del Señor Cautivo de Ayabaca se convierte así en una celebración de la resiliencia, la fe y la determinación de una comunidad. Será una experiencia que, además de renovar el espíritu, contribuirá a la recuperación económica de esta hermosa provincia.