De seguro más de alguna vez has escuchado el término cruelty free, pero ¿sabes qué es y de dónde viene? El concepto nace desde el momento que el consumidor se pone en el lugar del otro, empatiza con el sufrimiento de otro ser vivo, nos cuestionamos la procedencia y si el testeo es de origen animal. Gracias al alcance que está teniendo entre las personas, esto se empieza a considerar como un estilo de vida.
El maquillaje que se etiqueta como cruelty free es aquel que no pone a prueba sus productos en animales y sus ingredientes no contienen ningún tipo de origen animal. Este término se popularizó gracias a la compañía caritativa Beauty Without Cruelty (belleza sin crueldad) fundada por Muriel Dowding, quien fue la que persuadió a fabricantes de piel falsa para que usaran el término en sus productos.
La certificación es entregada por organizaciones internacionales como PETA, Leanping Bunny, CCF (Choose Cruelty free Australia) BIDH Alemania, Natrue, ACENE, KARACOREA, One voice y ONG TE PROTEJO.
¿Por qué optar por productos cruelty free?
Lo hacemos por el efecto en el impacto medioambiental que tiene la industria y, a su vez, solo el hecho de elegir productos que implementan estas prácticas, nos ayuda a tener conciencia de lo que ponemos en nuestro cuerpo y rostro, ya que la piel es el órgano más grande que tenemos, debido a que los poros son la entrada directa al torrente sanguíneo.
Algunas marcas de maquillaje que optaron por prácticas Cruelty Free son: Urban decay, Nyx Cosmetics, Kryolan (Drugstore), Zao makeup, Kylie Cosmetics, E.l.f, Kuyen Rayen, Catrice cosmetics, entre otros.