La República informó que una mujer colombiana asistió al encuentro del Papa Francisco en Medellín, donde al terminar la misa en el aeropuerto, Su Santidad, se dirigía hacia el vehículo que lo trasladaría hasta el seminario Conciliar en el centro oriente de Medellín para continuar con sus actividades programadas.
Paula es madre de Santiago Salazar, un niño que sufrió síndrome de muerte súbita infantil y producto de eso quedó con parálisis en el cuerpo y cerebro.
Ella hizo hasta lo imposible para conseguir que el Sumo Pontífice le diera la bendición a su pequeño.
Pese a los cordones de seguridad que garantizaban el bienestar del Papa y los asistentes, Paula le suplicó a los agentes que por favor la dejaran pasar mientras que los demás asistentes gritaban «sí se puede, déjenla, déjenla».
La aguerrida madre de familia no desistió de su deseo y gracias a sus intentos logró pasar la primera valla de policías.
Continuó su recorrido y cruzó la pista del aeropuerto para esperar que personal del Vaticano, la Policía Nacional, la Fuerza Aérea y muchos organismos más del Estado, le permitieran llegar hasta el máximo representante de la iglesia católica.
Finalmente, después de sus súplicas, Paula logró lo que en otras circunstancias habría sido imposible. Francisco le dio la bendición y un beso al pequeño Santiago.
Una vez logrado su cometido, Paula corrió a encontrarse con su esposo y su otro hijo para abrazarse y llorar frente a los miles de asistentes.
«Estoy absolutamente emocionada porque el plan de Dios es perfecto, mi bebé es un pequeño sobreviviente de la muerte súbita infantil, es un milagro de vida y es un milagro porque está salvando a todos los bebés en Colombia. Hoy el papa le dio su bendición de sanidad y una bendición fortalecida para las familias, y en medio de la adversidad recibamos la misión que recibimos del cielo, todo es una cuestión de decisión,… estoy feliz, gracias a la Policía que me acompaño y a todos y a todo el equipo», dijo al diario El Espectador.