En un discurso a la nación, el presidente francés Emmanuel Macron ha anunciado un confinamiento en todo el territorio nacional, a partir de este viernes.
Esto en un intento de controlar el avance de la segunda ola de contagios de coronavirus en Francia. «La segunda ola es, sin duda, más mortífera que la primera», ha declarado el mandatario francés.
Hace falta dar «un frenazo brutal a los contagios» para evitar el colapso de los hospitales, ha señalado Macron. Además, detalló que el cierre no afectará a las escuelas, «que permanecerán abiertas». Sin embargo, los estudios superiores serán online.
Por otro lado, los bares y restaurantes permanecerán cerrados y «se volverá a generalizar el teletrabajo« siempre que sea posible. Las salidas a la calle estarán autorizadas con una declaración jurada para ir a trabajar, al médico y a hacer la compra. Además, para ayudar a una persona dependiente o dar un paseo breve en las proximidades del domicilio.
También, el gobierno de Francia informó que serán obligatorias pruebas rápidas de covid-19 «para todas las llegadas» al territorio francés.
Periodo difícil
Macron ha advertido que será un periodo «difícil» que «pondrá a prueba nuestra resiliencia y nuestra unidad». Además indicó que ha presentado un «plan especial» para ayudar económicamente a este tipo de negocios, autónomos, comerciantes y pymes. «La economía no debe detenerse ni colapsar», ha sostenido.