Fue antes de las Lluvias de 1983. Creo que fue en 1981. En esos días llegó “Macatarro”. Llegó siendo un niño. Y rápido llegó a nuestras vidas. Se hizo un amigo inmenso.
¿Cuál fue su secreto? Venía de la Sierra. Nunca conocimos a sus padres. Él apareció solo, como aparecen los ángeles del Cielo. Y al verlo serrano, nosotros los de la ciudad rápidamente quisimos joderlo, ponerle apodos, o burlarnos de su dejo, y él con toda propiedad nos hizo saber que él no era ningún cojudito. En cada momento nos respondió con la palabra acertada: “¿Qué creen que porque me ven chiquillo y encima serrano me van a joder a mí? Ya modérate jirafa de m…”
Así de contundentes eran sus frases. Así de contundentes eran sus maneras. Había llegado el “Maca”, el famoso “Macatarro”. En ese tiempo era dirigente de mi barrio. Era mi deber saber dónde vivía y resulta que trabajaba en la cuadra 12 de la calle Arequipa de Piura. Trabajaba donde “Alvarito”. Ahí limpiaba, ayudaba y le daban un lugar donde dormir. Desde ese día, había una especie de respeto “adicional” a “Maca”.
Un día “Alvarito” no vendió como lo deseaba. Y le pidió que se fuera del negocio. La familia Farfán Arica. El patriarca de la familia aceptó el planteamiento de los hijos. Que duerma “Macatarro” en su casa y forme parte de la familia. Así creció Bernardo Calle Quito con nosotros. Su presencia era sinónimo de honradez, de trabajo, de lealtad. “Macatarro” se convirtió en un vecino más de la Arequipa. En un vecino luchador. Luego “Macatarro” se enamoró. Tuvo hijos.
Hace pocos días. Dios le llamó a su lado, como hace con sus hijos amados. Lo llamó de improviso. Lo llamó sin anuncios. De pronto en horas se puso muy mal. Y en apenas 3 días más Bernardo, el Gran “Macatarro”, el de las palabras exactas, partió a la Casa del Padre. No puedo evitar decir que estoy conmovido con todo mi barrio. Nos parece mentira saber que llegaré donde “La Blanca” y no esté para atenderme: “Como tú lo mereces Juan Carlos”. Mi querido “Macatarro” buen viaje hermano. Te quiero mucho. Oro por tu alma buena. Ya estás en el Cielo. Ya estás con el “Barbón” como le decías de niño a Jesús. Te has ido pero no. Creo que la Arequipa debe tener el “Día de Macatarro”. Ni más ni menos.