Han pasado casi cinco meses, y los pequeños agricultores del centro poblado de Macacará, ubicado en el distrito de La Huaca (Paita), viven un futuro incierto. Urbano León Alvarez, representante de estos hombres de campo, señala que lo trabajado solo sirve para pagar las deudas y no sabe que pasará más adelante.
Los pequeños agricultores de la zona de Macacará hasta Pucusalá (Miraflores, Viviate, Buenaventura Nomara, entre otros) se agrupan en alrededor de 1,500 familias a cargo de 200 hectáreas de cultivos de maíz, banano, cebolla y arroz, que han sido afectados por la falta de agua, agua que quedaba retenida en un dique construido por la empresa Agro Aurora, llamado el «dique de la verguenza», el cual fue objeto de discrepancias a finales de 2024, y cuyas consecuencias todavía hoy se observan.
Urbano León, un curtido agricultor, recuerda la pesadilla que vivieron cuando lucharon para recuperar el agua y lograr que el cauce del río Chira llegue aguas abajo para poder irrigar sus parcelas, pero esa mole de enormes piedras lo impedía; no obstante, lograron derribarlo en varios ocasiones. León Alvarez refiere que cerca del 80% de las 1,500 familias de los agricultores de la márgen izquierda del río Chira fue seriamente afectado. «Muchas familias fuimos afectadas y no nos hemos podido recuperar; debemos a la entidades bancarias y no sabemos qué va a suceder», manifestó.
Agregó, que un 50% de los cultivos de arroz se perdió durante la sequía, otros campos ya no produjeron nada por la falta de agua. Los productos de pan llevar subieron, pero en la zona no había nada. Dijo que están por lanzar la campaña agrícola, pero las ganancias serán para pagar las deudas asumidas durante la sequía. «El Gobierno trae arroz importado y nos perjudica afectando nuestra economia.
Señaló que no hay entidad que ayude al pequeño productor, ahora que el precio del arroz bajó debido a la importación del cereal, nadie los ayuda y la situación se complica para ellos. El panorama para el pequeño agricultor no es bueno: “El banano orgánico está retrasado, la úrea aumentó de precio: para fertilizar una hectárea se necesita 100 bolsas y cada una cuesta 100 soles; la cosecha no compensa los gastos”, dijo.
Pidió mayor presencia del Estado en su tierra y que el Gobierno Regional los apoye, de lo contrario están condenados a perder sus tierras.