Siempre y desde que soy niño he tenido curiosidad por resolver una interrogante: ¿Somos los únicos seres con inteligencia y comunicación en el Universo? Desde que escuchaba a mis profesores Liviapoma y Palacios en la primaria, me hacía esa pregunta, ¿Sería nuestro planeta el único con vida?

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En 1995, cuando tenía 26 o 27 años se me respondió en alguna medida esa pregunta infantil. Mientras estaba en el corral, sentado en un sillón descansando de una larga jornada de estudio, miré el cielo estrellado, cosa que siempre he hecho desde pequeño y vi una estrella que se movía a gran velocidad.

Esta estrella no iba en una dirección, sino que regresaba y luego otra vez con suma rapidez cambiaba de rumbo. Entonces me quedé quieto viendo el espectáculo unos segundos más.

No emitía sonido, era de color azul predominantemente pero también destellaba color rojo y ambar. Salí volando a buscar a mi madre Johana para que vea el espectáculo y así como siempre sucede en estos casos, mi madre llegó y ya no pudimos ver nada.

Luego hace un año mientras venía de Cusco de un viaje de trabajo, en el avión de Lima a Piura, noté a través de la ventana algo inusual. Eran casi las 11: 00 p.m. y la gente dormía, pero yo pude ver lo que vi. Pude ver una luz que a toda velocidad nos pasaba y luego se alejaba en vertiginoso cambio de ruta. Yo lo vi, nadie me lo ha contado.

Nunca he contado esta segunda experiencia, la primera a algunas personas. Nunca lo he hecho público por que yo tengo mi idea al respecto, la más lógica y la que todo el mundo en su gran mayoría cree: En un universo de más de miles de galaxias y estrellas, ¿Cómo no va a haber vida en otros planetas?, ¿Cómo no va a haber vida extra terrestre?

Después de años de estudio autodidacta sobre la materia, la respuesta que tengo es que Sí. Somos el único planeta poblado en el Universo. Y que somos únicos creados por Dios sin duda alguna. Y esas naves que miles de personas dicen que han visto y yo en dos veces en mi vida he visto, para mi tienen una lógica explicación que ahora la ciencia ha verificado.

Hasta Stephen Hawking ha reconocido la tesis de Albert Eistein. Si es posible romper las barreras del tiempo y pienso que en algún momento esto ya lo logró el ser humano. Existen naves, sí, hechas por humanos para viajar en el Tiempo y los vestigios hallados sin explicación obedecen a eso.

El propio ser humano viaja y trata de intervenir en su pasado histórico. ¿Desde cuándo hemos empezado? Pues no tengo la mínima idea, pero tengo claro el horizonte. Nosotros somos, nos contemplamos a nosotros mismos y la coloración verduzca y el tamaño que dicen algunos han visto, sea porque hubo o habrá alguna catástrofe ecológica y por eso ahora se busca eso evitar. No hay más, eso creo. Ni más ni menos.

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