Según reveló el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), los ingresos de los peruanos (salarios reales) valían en promedio un 10% menos en el 2022 versus el 2019.
Esta situación se explicó principalmente por la elevada inflación (afectada inicialmente por factores internacionales y más recientemente por los conflictos en el sur y factores climatológicos), y el leve crecimiento registrado para los ingresos, precisó Paola del Carpio Ponce, economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Para entender esta problemática, vale precisar el concepto de salario real. Este nos muestra la cantidad de bienes y servicios que una persona puede adquirir o comprar con su sueldo. Es decir, revela la verdadera capacidad de compra de nuestro dinero o nuestro poder adquisitivo. Así, quizá el salario ha aumentado, pero ese aumento puede no ser suficiente para cubrir los nuevos precios de los bienes y servicios.
Las mayores reducciones de este poder adquisitivo en el 2022 respecto al 2019 se mostraron en los departamentos de Lima, Huánuco y La Libertad. En el primer caso, la capacidad adquisitiva ha caído en 17%. En tanto, en el segundo disminuyó en 13% y en el último, en 11%. “Es decir, si en Lima antes comprábamos algo por 200 soles en 2019, en 2022 habríamos tenido que pagar 234 soles por lo mismo”, especificó Del Carpio.
Factores que impactaron en los ingresos reales
La caída de los ingresos reales respondió a los altos niveles de inflación experimentados desde mediados de 2021, especialmente en el caso de los alimentos, recordó la especialista. Aunque el ritmo de la subida de los precios ha bajado en mayo, la inflación aún permanece por encima del rango meta del Banco Central de Reserva con una tasa de inflación de 7,99%, dato de junio de 2022 a mayo de 2023 (acumulado a 12 meses).
Así también, el deterioro de la confianza empresarial y del mercado laboral afectan la dinámica de los ingresos reales. Si bien el nivel de empleo ya se encuentra por encima de niveles prepandemia, este es principalmente informal y de menor productividad. De hecho, la informalidad afecta la mejora de los salarios promedio. Según el INEI, al 2022 se estima que 13,4 millones de peruanos trabajaban en condiciones informales, lo que representa un aumento de 900 mil personas más que antes de la pandemia.
¿Cómo hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo?
Enfrentar esta situación requiere de la aplicación de distintas iniciativas. A la par de impulsar medidas de emergencia ante los duros efectos de la inflación sobre los más pobres, Del Carpio señaló que es fundamental dinamizar el mercado laboral y fortalecer el empleo adecuado.
Para ello, es necesario generar mayor inversión privada, lo cual implica el fortalecimiento de la confianza de los empresarios –pequeños, medianos y grandes– para invertir y contratar. La especialista recomienda también retomar el diálogo en espacios como el Consejo Nacional del Trabajo (CNT) a fin de concertar medidas que permitan impulsar el empleo considerando a todas las partes involucradas.
A nivel personal y familiar, Del Carpio apuntó que debemos reconocer esta limitación en nuestro poder adquisitivo y ajustar nuestro presupuesto. Para ello, es fundamental anotar nuestros ingresos y gastos, priorizar y planificar adecuadamente. Priorizar nuestros gastos e identificar aquellos son innecesarios es clave para una gestión más sana de las finanzas personales y familiares.