Siempre que escuchas a un compatriota hacer una crítica a los gobernantes de turno. Empiezan hablando así: “Aquí el problema son las autoridades”. Lo dice el ama de casa, el taxista, el tendero de la esquina, el profesor de aula, y en general cualquier ciudadano que esgrime un argumento sobre este tópico, pues empieza su argumentación de esta manera. De hecho, la afirmación lleva implícita 2 contenidos. El primero es señalar que él como ciudadano no tiene culpa de nada, a pesar que fue el uno de los que lo eligió. El segundo es señalar con la afirmación antes descrita que es moral, y que el inmoral o ladrón es el gobernante de turno.
Ante estas continuas afirmaciones que como regla general se expanden en la ciudadanía en general, me empecé a hacer preguntas para ver si ese razonamiento era válido y cierto. La primera pregunta que me hice era saber si “Las Autoridades” venían de un planeta especial y bajaban al mundo a gobernar al pueblo. Y lógicamente me respondí que No. Que las autoridades salen del mismo pueblo. Viven en sus barrios. Son gente común y silvestre. No son una raza distinta. No vienen de un planeta de sabios. Las Autoridades son del mismo pueblo y por cierto por eso el pueblo las elige. Mayormente por que le cae bien y no por que ha pensado un voto antes de emitirlo. O porque se informó siquiera. Así que la primera pregunta tenía respuesta. Las Autoridades vienen del pueblo mismo. Son su reflejo. Reflejo de sus virtudes y defectos.
Luego me pregunté si cuando el pueblo hablaba de sus autoridades eran en realidad las mismas personas de siempre. Y recordé un titular del diario “El Tiempo” de 1972. Tenía yo solo 4 años. Y lo recuerdo. “Las Autoridades dicen que la obra demorará más de lo previsto”. Aquellas autoridades eran del Gobierno de Velasco Alvarado. Del Dictador Velasco. El nombraba directamente todo. Y la incapacidad o posible corrupción eran de estos. Luego recordé que en 1976 otro titular del diario “Correo”, “El Pueblo protestó ante las Autoridades en el desfile”. Y bueno las autoridades eran otras personas. Esta vez nombradas por el Dictador Morales Bermúdez. Y luego en los 80 las autoridades por ejemplo eran de Acción Popular. Eran otras personas diferentes. Y en 1983 por ejemplo dejaron que se dañen los alimentos donados por los países y los enterraron para que el pueblo no sepa. Y luego gobernó el APRA y hubo hiperinflación y otras cosas. Eran otras personas. Y en los 90 gobernó Fujimori. Eran otras personas. Y bueno los niveles de corrupción llegaron a lo inimaginable. Además de otras cosas. Y en los años 2000 gobernó Toledo y la gente era otra. Y así sucesivamente. Como podemos apreciar “Las Autoridades” siempre son diferentes en cada tiempo. Y siempre desde que tengo memoria estamos envueltos en problemas de corrupción.
Creo sin temor a equivocarme que el problema de la corrupción es inmemorial. Atraviesa toda la nación. Y empieza con la moral privada. Aquella que los padres enseñan a los hijos. Desde echar una cáscara en la calle. La moral pública es un reflejo de la moral privada. El día que el Perú se reconozca como una nación enferma en temas de moral pública entonces podrá formular su futuro. El Perú es inmoral desde que se le da los “refrescos” al burócrata para que acelere el trámite. Desde que nos parece normal pasarnos una luz roja. El Perú es un país no moral. Y debe reconocerlo como un Acto de Contrición total para empezar un nuevo camino. Mis palabras son fuertes. No pretendo ofender a nadie. Solo acercarme a la verdad. Ni más ni menos.