Manuel Paredes Agurto tiene 21 años, estudia comunicación en la Universidad Nacional de Piura y tiene una peculiar afición: el beatbox. El mes pasado clasificó en el primer Campeonato Latinoamericano de beatbox en vivo y hoy se prepara para sorprender al público con soniditos con la boca, como la mayoría de la gente suele conocer a este arte.
El beatbox no es más que la recreación de patrones de ritmo y los sonidos musicales usando sólo la boca, los labios y las cuerdas vocales. Se originó en su forma moderna a principios de 1980 con la cultura hiphop, y los primeros grupos de rap generalmente incluian un beatboxer.
Este talento es mucho más complejo que soplar con ritmo y así nos lo explica Manuel en una entrevista con Walac Noticias. Manuel Paredes, más conocido por el seudónimo “Foxklin beatbox”, narró que esta afición de imitar sonidos nació en su natal Morropón.
Cuenta que cuando tenía 14 años pasaba por problemas familiares que lo llevaron a una depresión. Con ánimos de salir adelante, comenzó a imitar los sonidos de los animales que tenía su abuelo en su chacra.
Cuando descubrió que le era fácil imitar los sonidos de animales, comenzó con la imitación de los instrumentos musicales y así hasta descubrir que el talento que tenía ya era conocido en el mundo y se llamaba beatbox. Ya en Piura, a la par con los estudios, comenzó a perfeccionarse en este arte y hoy con siete años de experiencia, ya es considerado uno de los mejores beatboxers de Latinoamérica.
Ese logro le sirve de inspiración para seguir con su grupo Piura beatbox. En esta comunidad, como él la llama, quiere transmitir todos los sentimientos buenos del beatbox, desea que este arte cambie la vida de otros jóvenes, como lo hizo con él. Además, sueña con alcanzar un nivel superior, que lo haga mejorar su técnica y ser reconocido a nivel mundial.