Un jurado de Los Ángeles, en Estados Unidos, condenó hoy al gigante farmacéutico y de productos de higiene Johnson & Johnson (J&J) a pagar 417 millones de dólares por no advertir del riesgo de cáncer vinculado al uso de sus productos de talco.

El veredicto forma parte de una serie de demandas que afirman que el polvo de talco de la compañía causa cáncer. Según Bloomberg, existe cerca de 4.800 demandas en los tribunales estadounidenses acusando a Johnson & Johnson de ignorar los estudios que relacionan su talco con el cáncer de ovario. La mayoría de los casos se encuentran en Missouri, Nueva Jersey y California

En este caso, la demandante, Eva Echeverria, una californiana de 63 años, dijo que comenzó a usar el talco para bebé de Johnson & Johnson cuando tenía 11 años. Fue diagnosticada con cáncer de ovario en 2007 y, según su abogado, Mark Robinson, su diagnóstico es terminal y se encuentra hospitalizada, informó BBC Mundo.

“Ella se está muriendo a causa de este cáncer de ovario y me ha dicho que todo lo que quiere es ayudar a otras mujeres en el país que tienen cáncer por haber usado [los productos de talco de] Johnson & Johnson durante 20 y 30 años”, declaró Robinson.

BBC Mundo informó, además, que Johnson & Johnson ha perdido cuatro de cinco casos en Misuri (Estados Unidos), los cuales le han supuesto multas que suman más de US$300 millones.

Detalló que la empresa tuvo que pagar US$110,5 millones en mayo de este año a una mujer de Virginia que fue diagnosticada con cáncer de ovario en 2012, y perdió otros tres casos similares por los que le impusieron multas de US$72, US$70,1 y US$55 millones, respectivamente (en total, US$307,6 millones).

Además, fue condenada en febrero de 2016 a pagar US$72 millones por el caso de Jackie Fox, una mujer de Alabama (Estados Unidos), que falleció por cáncer de ovario tras haber utilizado los polvos de talco para bebés de la marca durante décadas.

Sin embargo, ganó el juicio contra una mujer de Tennessee (Estados Unidos) con cáncer de ovario y uterino que también achacaba su enfermedad al uso del producto, y hubo otros dos casos en Nueva Jersey que fueron desestimados por falta de pruebas.