Una densa tormenta de arena cubrió varias provincias de Ica este jueves, dejando cielos anaranjados, baja visibilidad y afectaciones en la vida cotidiana de miles de personas. El evento climático, causado por los intensos vientos paracas, fue alertado por el Senamhi, que registró ráfagas de hasta 40 km/h. Este fenómeno, típico de la costa sur del Perú, ha encendido las alarmas por su impacto en la salud, el tránsito y las actividades productivas. La población permanece en alerta ante la posibilidad de que se repita en los próximos días.
Vientos paracas afectan visibilidad y calidad del aire
Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), la tormenta de arena que impactó Ica fue consecuencia directa de los vientos paracas, que levantaron enormes cantidades de polvo y arena, reduciendo drásticamente la visibilidad en zonas como Parcona, Ocucaje, Palpa, Pisco, Santiago y Nasca.
Las ráfagas alcanzaron velocidades de hasta 40 km/h, provocando afectaciones en la calidad del aire, detención del tránsito y la suspensión de actividades al aire libre. Imágenes del fenómeno inundaron las redes sociales, mientras miles de ciudadanos buscaban refugio frente a lo que muchos describieron como una experiencia “nunca antes vista”.
Aunque no se reportaron daños personales ni materiales, las autoridades exhortaron a reforzar techos, evitar salidas innecesarias y reportar estructuras en riesgo. El Senamhi advierte que estas condiciones persistirán, con posibles ráfagas aún más intensas durante el fin de semana.
¿Qué son los vientos paracas y por qué se intensifican?
Los vientos paracas, conocidos en quechua como para (lluvia) y aco (arena), son corrientes atmosféricas propias de la costa sur peruana, especialmente en la región Ica. Se originan en la península de Paracas, donde el contraste térmico entre el océano y el desierto genera un flujo de aire violento que transporta arena y polvo a gran velocidad.

Este fenómeno se intensifica entre agosto y octubre, cuando el Anticiclón del Pacífico Sur se aproxima a la costa, potenciando la circulación de aire. En escenarios extremos, se han registrado ráfagas superiores a 90 km/h, capaces de provocar daños estructurales y severas interrupciones en el tránsito.
El Senamhi ha emitido una alerta preventiva vigente del 1 al 3 de agosto, anticipando incremento de vientos en toda la costa peruana, con especial énfasis en Ica, donde se esperan velocidades cercanas a los 35 km/h, posibles lloviznas y descenso de temperaturas durante las noches.
Medidas de prevención ante tormentas de arena
Ante este tipo de eventos climáticos, el Senamhi recomienda adoptar una serie de medidas preventivas para proteger la salud y la integridad física:
- En exteriores: Buscar refugio inmediato en un lugar cerrado, cubrir nariz, boca y ojos con mascarilla o pañuelo.
- Durante la conducción: Detener el vehículo en un lugar seguro, mantener las luces de emergencia encendidas y las ventanas cerradas.
- En casa: Cerrar puertas y ventanas, sellar rendijas y mantenerse informado a través de canales oficiales como @SenamhiPeru o el sitio web del MINAM.
- Preparación: Contar con agua potable, alimentos no perecibles, linterna y radio a pilas ante posibles cortes de energía.
El polvo en suspensión puede causar problemas respiratorios, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Además, el fenómeno representa una amenaza directa para sectores económicos clave como el turismo y la agricultura, al generar cancelaciones, dificultar labores y dañar cultivos.
Impacto en el clima de la costa peruana
El incremento de los vientos forma parte de un patrón climático que afecta toda la franja costera del Perú, generando no solo tormentas de arena, sino también niebla, neblina y lloviznas. En regiones como Ica, este fenómeno es particularmente severo por la aridez del suelo, lo que facilita la suspensión de partículas finas.
El Senamhi insiste en que la vigilancia meteorológica y la preparación ciudadana son claves para minimizar los riesgos de estos eventos, cuya frecuencia e intensidad podrían incrementarse debido a las variaciones climáticas regionales.