Por tercer año consecutivo, la familia Camizán Guerrero vive una Navidad marcada por el dolor, ya que la silla de Anthony sigue vacía y su paradero continúa siendo un misterio desde su desaparición el 21 de agosto de 2022.
“Como familia estamos muy tristes porque es la tercera Navidad que pasamos sin mi hermano. Es especialmente doloroso para mis padres. Ellos ven esa silla vacía en estas fechas. El dolor es enorme al no tener respuestas”, expresó Junior Camizán, hermano de Anthony y líder de una lucha incansable por justicia.
Junior criticó duramente la inacción de los operadores de justicia, incluyendo al Poder Judicial y al Ministerio Público, que, según él, no han avanzado para castigar a los responsables de la desaparición de Anthony, un joven estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad de Piura (UDEP) con un futuro prometedor.
“Hasta hoy no tenemos ninguna respuesta. Nos sentimos abandonados y, como familia, pensamos que la justicia en el Perú no existe”, lamentó Junior.
Además, cuestionó que, pese a las pruebas existentes, el principal sospechoso, el policía Rone Córdova Godos, sigue en libertad.
“A pesar de las pruebas contundentes que lo incriminan, no se toman las acciones adecuadas. Parece que están tratando de encubrirlo porque es un efectivo policial”, afirmó con indignación.
Sin embargo, la familia Camizán no se rinde. Con el apoyo de amigos y comunidades cercanas, prometen continuar hasta obtener justicia.
“Vamos a seguir hasta lo último. Este es solo un tropiezo, pero no nos detendremos, incluso si el fiscal no apeló la decisión del juzgado de Chulucanas de no ordenar prisión preventiva contra el policía”, manifestó Junior.
Finalmente, anunció que están convocando a las rondas campesinas para exigir justicia.
“Seguiremos en la lucha. Estamos llamando a los pobladores y rondas campesinas de Canchaque para unir fuerzas”, concluyó.