La minería continúa siendo uno de los pilares fundamentales de la economía peruana. Este sector representa más del 60% de las exportaciones nacionales y aporta alrededor del 15% del producto bruto interno (PBI), lo que la convierte en una fuente clave de recursos para el desarrollo de las regiones a través del canon y las regalías mineras.
Así lo destacó, en entrevista a Agencia Andina, el exministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, quien subrayó que la minería sostuvo el crecimiento del país en los últimos años. Sin embargo, enfrenta retos estructurales y coyunturales que deben atenderse con urgencia.
Formalización y lucha contra la minería ilegal
Castilla advirtió que los principales desafíos del sector están vinculados con la formalización de la minería artesanal. Así como, el combate a la minería ilegal, actividades que afectan tanto al medioambiente como a la recaudación fiscal.
“El Estado ha avanzado en el proceso de formalización al excluir del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) a más de 50 mil personas que no cumplían con los requisitos. Esto representa un paso importante hacia una minería responsable”, precisó el especialista.
Sin embargo, señaló que aún persisten operadores que se amparan en el Reinfo para actuar con impunidad. Por ello, consideró necesario “enviar señales firmes y coherentes, ofreciendo incentivos reales y acompañamiento técnico. Ello para que los mineros artesanales vean la formalización como una oportunidad y no como un castigo”.
Necesidad de simplificación administrativa
El exministro recordó que hace más de dos años se anunció la implementación de una ventanilla única digital para agilizar los trámites relacionados con la exploración minera, sin reducir los estándares ambientales.
“El Senace ha realizado un esfuerzo considerable en este sentido, pero no todas las entidades han avanzado al mismo ritmo. La falta de coordinación limita la eficiencia del proceso y retrasa las inversiones”, explicó.
Castilla sostuvo que la simplificación administrativa es esencial para reducir los costos de transacción que afronta la minería formal, que actualmente opera bajo un marco normativo complejo. Esto a diferencia de la actividad informal o ilegal, que no cumple con las mismas exigencias.
Recursos mal aprovechados
El economista también lamentó que los ingresos generados por la minería, como el canon y las regalías, no se utilicen de manera eficiente en las regiones productoras.
“Existen municipios con abundantes recursos que no los destinan a cerrar brechas de infraestructura ni a mejorar los servicios públicos, porque no existe un mecanismo que los obligue a hacerlo”, indicó.
En ese sentido, propuso fortalecer la gestión pública e incentivar la colaboración con el sector privado.
“Además de las obras por impuestos (OxI), debería impulsarse el modelo de servicios por impuestos, que permita a las empresas participar en la operación y mantenimiento de la infraestructura pública en las zonas mineras”, agregó.
Hacia una minería más moderna y sostenible
Finalmente, Castilla remarcó que el futuro de la minería peruana dependerá de su capacidad para adaptarse a las nuevas exigencias sociales y ambientales.
“Una gestión moderna, transparente y sostenible permitirá que la minería siga siendo motor del desarrollo nacional y fuente de bienestar para millones de peruanos”, concluyó.

									 
					