Si para algo se inventó el maquillaje, sin ninguna duda, fue para disimular las imperfecciones propias de la edad, como arrugasmarcas o poros. Es el mejor amigo para potenciar y resaltar los puntos fuertes de nuestro rostro, por lo que su elección y aplicación debe ser perfecta y no cometer ningún error.

Sólo de esta manera evitarás el efecto contrario, nadie busca un maquillaje pesado, recargado o que le eche años encima, ¿verdad?

Algunas mujeres presentan problemas a la hora de aplicar la base de maquillaje ya que desconocen los tonos exactos que deben usar y el tipo de cobertura que esta debería tener, así como los instrumentos a usar.

A continuación, te damos algunos tips para la hora de aplicarlo:

  • No debes de probar la base de maquillaje en tu muñeca, asegúrate de verificar el tono aplicándolo de frente en tu rostro, exactamente en la zona inferior de la mejilla llegando a la quijada. Éste es el primer error que solemos cometer y que desencadena que ninguno de los pasos posteriores pueda solucionarlo.
  • La función de la base de maquillaje es conseguir “una cara de porcelana”. Si comienzas eligiendo un tono que no es el adecuado, estarás echando por tierra cualquier empeño por verte mejor.
  • Si eliges un tono de base más oscura, diferente a tu piel, esta se verá recargada y con más edad de la que tienes. Si eliges una base más clara, al esta te creará una especie de máscara y un aspecto mortecino o de fantasma, especialmente en fotografías.
  • Además del tono, también debes tener en cuenta el subtono, ya que no será igual una piel con subtono cálido que una piel con subtono frío. ¿Cómo saber mi subtono de piel?
  • Reconocer el subtono de la piel no es difícil. Fíjate en el lado interno de tus muñecas y en las venas que tienes en esta zona del cuerpo. Lo ideal es hacerlo bajo una fuente de luz natural, ya que la luz artificial puede alterar el color (tanto si es blanca como si es amarilla). Compruébalo a la luz del sol o al lado de la ventana.Los cuatro subtonos que puede presentar la piel son:
    • Neutro: si el color de tus venas es difícil de distinguir entre el azul y el verde, significa que tu subtono es neutro. En este caso la piel no tiene color predominante, y bajo el sol siempre se enrojece antes que broncearse.
    • Oliva: Las venas presentan un tono verdoso. La piel tiene un color cetrino y se broncea bajo el sol.
    • Rosado: las venas son de un tono azulado o violeta. La piel es ligeramente rosada y bajo el sol se enrojece.
    • Dorado: el tono de las venas es verdoso. La piel presenta un color amarillo y bajo el sol se broncea con mucha facilidad.
  • En el caso de la base de maquillaje, deberás buscar el subtono que más se asemeje a tu subtono de la piel. Si tu piel es neutra busca el subtono neutro, con pigmentos amarillos. Si tu piel es rosada, busca que tu base de maquillaje tenga subtono frío, con pigmentos rosados. Y si tu piel es de subtono dorado u oliva busca que el subtono de la base sea cálido, donde predominen pigmentos dorados, marrones…Tener este punto claro te ayudará, por ejemplo, a evitar el tan odiado efecto dorito en tu piel. ¡Los tonos anaranjados no son para todas!

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  • Debes determinar cuál es tu tipo de piel (seca, grasa o mixta), en base a ello elegirás en qué presentación usarás la base (polvo, crema, barra). Recuerda que las pieles secas necesitan un cosmético ligero e hidratante.
  • Existen distintas formas de aplicar la base, lo único que debes hacer es distinguir la que mejor se adecua a ti.
  • A veces la base se aplica en el momento incorrecto y se malogra el maquillaje que estás realizando. Es mejor aplicar después de maquillar los ojos.
  • Si quieres cubrir las ojeras, los granitos, entre otros; lo que debes hacer es aplicar un corrector y luego la base para unificar el tono de la piel.

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