“El principal desafío que tiene la autoridad en la reconstrucción del país no es ni técnico ni económico, sino el lograr una coordinación entre Estado, la empresa y la comunidad a fin de definir una planificación que resuelva este problema a futuro, lo que incluye ser explícitos indicando lo que no se hará.  Esto es un desafío netamente de Liderazgo”, señaló Nelson Muñoz, gerente comercial del Proyecto Inmobiliario Valle Camila, a cargo de la Promotora Chulucanas, el mismo que no sufrió daños durante el fenómeno de El Niño Costero.

Según el especialista, en las ciudades y poblados que resultaron más dañados por lluvias o desbordes de ríos, se reflejaron deficiencias como la eliminación de diques de contención, asentamientos humanos en zonas bajas, re-asignación presupuestaria para trabajos de prevención de desastres, etc.

Para Nelson Muñoz, es elemental determinar el riesgo de ocurrencia de un fenómeno natural potencialmente peligroso para una comunidad en toda planificación urbana. Es necesario mapear las zonas con distintos niveles de peligrosidad a fin de servir como instrumento preventivo en la planificación de usos de suelo. Estos criterios fueron utilizados para la planificación de Valle Camila.

“Valle Camila enfrentó el Fenómeno de El Niño antes de iniciar cualquier trabajo constructivo, incluso antes del diseño técnico, en el que se buscó una compatibilidad más allá de la ingeniería y economía, sin dejar de lado el foco de la rentabilidad necesaria de toda inversión”, señaló Muñoz.

En ese sentido, en el sustento técnico para desarrollar este proyecto incluyeron documentos como Estudio de Drenaje Pluvial Urbano, de Clima, Cartográfico, Pluviometría de los últimos 30 años, Hidrología, además de Estudio de Suelos, de Riesgo de Lluvias Intensas, de Riesgo por Inundación y de Riesgo de Sismo.

 Gracias a esta información, se puede considerar a Valle Camila como no inundable, representando así un modelo a seguir en el trabajo de reconstrucción que se deberá realizar en varias ciudades del país.