Según PerúPetro, la región Piura recibió S/ 8,564 millones por concepto de canon y sobrecanon entre 1993 y 2023. Solo en el primer trimestre de 2024, nuestro departamento ingresó S/ 104 millones. Sin embargo, para el economista y catedrático de la Universidad de Piura (UDEP), Guillermo Dulanto, los municipios locales vienen realizando un uso ineficiente de este dinero.
Leer más: Empresas privadas del sector hidrocarburos invirtieron S/ 57,500 millones en el Perú
Dulanto se basa en una investigación que realizó en 2022 para el Ministerio de Energía y Minas. En ese sentido, señala que los gobiernos locales “atomizan” la ejecución del presupuesto, priorizando pequeños proyectos en desmedro de obras de gran impacto.
“Por ejemplo, en 2022 Piura recibió S/ 524 millones por concepto de canon. De este total, S/ 92 millones se ejecutaron para diferentes obras relacionadas al transporte. Sin embargo, cuando hacemos el desglose por proyectos vemos que todas son obras pequeñas con un monto de inversión que no supera los S/ 10 millones”, explicó el economista.
Asimismo, agregó que, en muchos casos, los municipios utilizan el dinero proveniente del canon para complementar las inversiones que se hacen. Por ejemplo, mencionó que si falta dinero para realizar una determinada obra, las autoridades utilizan el dinero del canon para completar lo faltante.
“El objetivo de la creación del canon no era completar las inversiones que hacen las entidades públicas, por el contrario, era que con ese dinero se realizaran obras importantes. Con esos S/ 92 millones que mencionamos, se podrían mejorar la red de agua y alcantarillado en la provincia de Talara o mejorar las carreteras en la sierra de la región”, agregó.
¿Por qué se realiza un uso ineficiente del canon petrolero en la región Piura?
Para Dulanto, el poco eficiente uso del dinero generado por las actividades extractivas se debe a dos factores. El primero de ellos es que la ley lo permite. No hay ninguna normativa nacional que especifique o delimite en qué obras se puede ejecutar el canon.
El segundo factor corresponde a la falta de voluntad política y una descoordinación entre autoridades locales y el gobierno regional.
“Si las autoridades locales se unieran o tuvieran una asociación fuerte entre ellas, podrían determinar las necesidades que en su conjunto los afectan y abordar ese problema. No obstante, cada municipio recibe el dinero que le corresponde y hace obras pequeñas. Como resultado, se atomiza el gasto y el impacto de las obras es mínimo”, puntualizó.