En los últimos días, el aumento en casos del virus de la covid-19 se debe a una nueva variante altamente contagiosa, llamada P.1. Esta se cree que se originó en la ciudad amazónica de Manaos, Brasil.

Los expertos advierten que lo que ocurre en Brasil es solo un ejemplo de la importancia de rastrear el surgimiento de variantes del virus SARS-CoV-2 en América Latina. A este rastreo se lo conoce como vigilancia genómica.

De la cual, en ese sentido, según los expertos consultados por la BBC Mundo, es una tarea en la que América Latina está rezagada. Ante ello, piden reforzar dicha vigilancia, ya que de no hacerlo a gran escala, habría un grave riesgo.

“América Latina necesita una vigilancia genómica fuerte. En la mayoría de los países aún es mínima. No sabemos qué está pasando con las variantes de SARS-CoV-2 en la región”, escribió en Twitter a principios de marzo la epidemióloga Zulma Cucunubá, especialista en enfermedades infecciosas y salud pública del Imperial College de Londres, en Reino Unido.

Vigilancia genómica

Pero, ¿qué es vigilancia genómica? De acuerdo con Catalina López Correa, médica especialista en genética y directora ejecutiva de la Red Canadiense de Genómica de covid-19 (CanCOGeN), la genómica es la única tecnología que nos permite identificar las nuevas variantes que nos preocupan.

Por su parte, Julián Villabona, epidemiólogo molecular en el Centro de modelaje matemático de enfermedades infecciosas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la vigilancia genómica permite estar atentos a que el virus no cambie en formas que compliquen la situación, y que si está cambiando se puedan activar estrategias para reducir el impacto.

Por lo que, la ecuación es clara: a mayor número de variantes, es posible que aumente el número de contagios; y a mayor número de contagios, mayor probabilidad de que aparezcan nuevas variantes.

En América Latina

Para López Correa, la vigilancia genómica del SARS-CoV-2 en América Latina “está en estado embrionario”. “Creo que en América Latina no estamos siendo muy conscientes de lo importante que es la vigilancia genómica”, manifiesta.

Por su parte, Villabona sostiene que el número de genomas reportados desde América Latina es muy bajo respecto al número total de casos de covid-19 en la región, que ronda los 24 millones de contagios.

“En América Latina hay la posibilidad de que existan variantes que no han sido reportadas y que sean responsables de una fracción importante de los casos”, dice Villabona.

“Eso no se puede saber, porque no existen los datos genéticos…con ese número de secuencias que tenemos no se puede calcular”.

En una rueda de prensa el 23 de marzo, la OPS dijo que está apoyando a los países de América Latina para fortalecer su capacidad de vigilancia del virus, y que uno de sus principales objetivos es ampliar esa red de rastreo con nuevos laboratorios, fondos y asistencia técnica.

Prioridad

Los expertos coinciden en que América Latina tiene a personas capacitadas para hacer una mayor vigilancia genómica. Sin embargo, López Correa sostiene que “faltan recursos y darle prioridad desde un punto de vista estratégico y político”.

Pese a ello, los expertos insisten en que los gobiernos de cada país deben priorizar la secuencia genómica a nivel nacional. Además, el tema de la vigilancia debe verse como un asunto de cooperación global.

Si en un país no se hace una adecuada vigilancia de las posibles variantes, se puede volver un problema de salud pública a nivel global. “Para el virus no hay fronteras”, concluye López Correa.

Dato:

Durante la pandemia se han identificado variantes del SARS-CoV-2 en varias partes del mundo.

Algunas de ellas son lo que técnicamente se conocen como “variantes de preocupación”, porque tienen el potencial de ser más contagiosas, provocar una enfermedad más grave o reducir el efecto de las vacunas.

Hasta el momento, se han identificado al menos tres variantes de preocupación:

  • La B.1.1.7, identificada por primera vez en Reino Unido.
  • La B.1.351, identificada por primera vez en Sudáfrica.
  • La P.1, identificada por primera vez en Brasil.

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