El pasado sábado 21 de octubre, los jugadores de Alianza Lima dejaron perplejos a sus seguidores al protagonizar un lamentable episodio tras un desastroso partido contra ADT Tarma.
Tras este rendimiento apático, en lugar de enfrentar a su hinchada con responsabilidad y profesionalismo, un grupo de jugadores del plantel principal como Carlos Zambrano, Bryan Reyna, Andrés Andrade, Pablo Sabbag, Aldair Rodríguez, Christian Cueva, Edison Chávez, entre otros, optaron por celebrar en medio del malestar de los fanáticos.
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Decepción para hinchas de Alianza Lima
El resultado del partido ante ADT Tarma prácticamente eliminó a Alianza Lima de la contienda por el Torneo Clausura 2023. Por ende, su oportunidad de asegurar el campeonato nacional de forma directa se perdió. Los seguidores, en el estadio de Matute, expresaron su descontento lanzando insultos y objetos al campo debido a la falta de respuesta del equipo.
Lo que sucedió más tarde fue un duro golpe para la moral de los hinchas. Mientras los fanáticos aún procesaban la decepción de la derrota, se difundieron en las redes sociales imágenes y videos que mostraban a los jugadores festejando a lo grande. La celebración fue particularmente escandalosa dado el contexto de un mal desempeño en el campo y la pasión de los seguidores que esperan resultados positivos.
Consecuencias
Es importante señalar que no se cuestiona el derecho de los jugadores a celebrar o pasar tiempo de relajo. Sin embargo, el problema radica en que la situación se volvió pública y viral, insensible a la desilusión de los seguidores que sueñan con un rendimiento sobresaliente de Alianza Lima.
De acuerdo a las primeras informaciones, la reunión que provocó la controversia fue en honor al cumpleaños de un familiar de Carlos Zambrano. La falta de discreción y la imagen de los jugadores disfrutando de la fiesta, incluyendo el consumo de bebidas alcohólicas generaron numerosas críticas. Esto es especialmente censurable teniendo en cuenta el proceso de recuperación de una lesión de Zambrano.
Finalmente, en un momento en que el equipo se enfrenta a la presión de la competición y la expectativa de sus seguidores, la celebración excesiva y pública parece ser un desacierto. Con la temporada llegando a su fin y la necesidad imperante de lograr el campeonato nacional, este episodio ha dejado una mancha en la imagen del equipo.