La reciente imposición de aranceles por parte del gobierno de Donald Trump ha generado posturas divididas entre los principales gremios exportadores del Perú. Mientras algunos sectores perciben una ventana estratégica para mejorar su presencia en el mercado estadounidense, otros advierten de un posible impacto negativo a largo plazo.
Industria textil confía en aprovechar la coyuntura
Martín Reaño, gerente del Comité Textil y Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), considera que los nuevos aranceles representan una ventaja para la industria nacional. Según explicó, las restricciones impuestas a competidores tradicionales —como China y otros países asiáticos— podrían abrir un espacio competitivo para los productos peruanos.
“Corresponde ya al Estado peruano y a las empresas aprovechar este ‘gap’ para competir en ese mercado contra los precios de países que nos ponen en problemas al colocar nuestros productos”, afirmó Reaño.
Café y cacao: optimismo con cautela
En el sector de productos agrícolas de exportación, la percepción es más reservada. José Antonio Mejía, presidente del Comité de Cacao y Café de la Asociación de Exportadores (ADEX), reconoció que el arancel del 10% impuesto por EE. UU. podría beneficiar al cacao peruano frente a otros países productores. Sin embargo, también expresó su preocupación por las posibles consecuencias globales.
“Si el gobierno de Estados Unidos sigue imponiendo aranceles, podría provocarse una recesión mundial y la demanda caerá”, advirtió Mejía.
Pequeños exportadores podrían verse perjudicados
Desde el Comité de Agroindustrias, Alimentos y Bebidas de ADEX, Mario Salazar subrayó que los pequeños y medianos exportadores podrían ser los más afectados por los cambios en la política arancelaria estadounidense. Aunque reconoció que productos como el mango congelado podrían ganar competitividad frente a competidores como Vietnam, también alertó sobre la volatilidad del mercado.
“Con aranceles más bajos, podemos obtener una ventaja en el mercado estadounidense, pero no todos los productos ni empresas podrán adaptarse con igual rapidez”, explicó Salazar.
Los nuevos aranceles, que ya entraron en vigencia, se enfocan en bienes de consumo masivo. Aunque todavía es pronto para medir su impacto total, el escenario plantea tanto desafíos como oportunidades para las exportaciones peruanas, especialmente en los sectores textil y agroindustrial.