La Real Academia de la Lengua Española da como significado a la palabra RESPETO, el valorar a una persona, otorgarle consideración a una persona. Entregarle la dignidad respectiva. Eso dice el diccionario castellano universal.

En mi opinión el respeto, es todo lo anterior que te inspira una persona. El respeto no es igual que el miedo. Porque el respeto provoca simpatías no vividas, secretas ganas de hablar con ese alguien que lo inspira y que sin embargo no hablamos por lo mismo: por respeto.

Y es ese sentimiento, ese valor el que se ha perdido en nuestra sociedad. En mi opinión el Respeto se ha perdido por completo. Ha desaparecido totalmente. Hoy no vemos por ejemplo polémicas políticas de nivel ni con respeto intelectual.

Hoy incluso a través del Facebook se montan campañas de insultos. Incluso para polemizar tratan de destruir tus valores, hogar o tratan innoblemente de ensuciar tu nombre, tu apellido, tu familia.

El respeto como motor de la convivencia social ha sido pulverizado por la altanería chabacana. Hoy la ignorancia trepa sibilinamente las polémicas. Las viste de indecencia elegante. Las edulcora con irracional maldad. Lo importante es descalificarte de cualquier manera.

Hoy el respeto ha sido castrado incluso del entorno de nuestros niños. Ellos crecen viendo a sus maestros proferir insultos en las calles. Crecen viendo cómo se demonizan las ideas. Ya no existe por lo tanto un campo de sabiduría intelectual. Ya no existen corrientes de pensamiento. Hoy se vende el fácil expediente de que el que tiene dinero es una persona exitosa.

El respeto se ausentado de nuestros vocabularios. La política se ha convertido en el escenario perfecto para proyectar perversidades, para proyectar frustraciones, odios ancestrales o envidias no imaginadas. Ya no es el campo de la sabiduría, de la docencia, de la cultura cívica. Hoy es el campo del negocio. De cómo llegar al poder para ganar obras, o manejar dinero.

La política ya no se identifica con el respeto. Hay que eliminar rivales. Regar comentarios. Ensuciar honras. Falsear datos. El respeto también ha desaparecido en los Hospitales y no solo en los colegios. El respeto ha sido despedazado por la intolerancia.

Yo creo que el día que la sociedad se reconozca como depositaria una vez más del don del respeto ese día habremos renovado nuestro juramento de amor a la Vida, de amor a la Patria y de amor profundo a Dios.