Texto y fotos: Miguel Arreátegui Rodríguez
El último viernes 19, en Puerto Maldonado, ciudad amazónica del sur del Perú, sucedió el primer gran encuentro del Papa Francisco con los niños de esta ciudad. Fueron poco más de 250 niños, niñas y adolescentes que lo vieron y escucharon en la casa albergue “El Principito”, lugar que acoge a los más pequeños en situaciones de orfandad o abandono, consecuencia de la minería ilegal o la violencia familiar.
"Ustedes niños son el reflejo y también son nuestro tesoro, el más lindo que tenemos que cuidar; perdonen las veces que los mayores no lo hacemos o que no le damos la importancia que se merecen… No se conformen con lo que está pasando, no renuncien al legado de sus abuelos, no renuncien a su vida ni a sus sueños", expresó contento el Papa Francisco en el emotivo y sencillo encuentro.
Así también el Papa retó a los niños y jóvenes a ser líderes y escuchar a sus abuelos en todo momento: "El mundo los necesita a ustedes, jóvenes de los pueblos originarios y los necesita tal y como son. ¡No se conformen con ser el vagón de cola de la sociedad, enganchados y dejándose llevar! Los necesitamos como motor, empujando".
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