Alianza Lima vive días de cambios. El club blanquiazul ha empezado una reestructuración profunda pensando en la temporada 2026, una etapa que traerá movimiento, nuevas ideas y decisiones fuertes. Tras varias evaluaciones internas, algunos jugadores que solían ser parte del once o, al menos, del universo habitual de convocados, ya saben que no seguirán. Mientras tanto, el aficionado observa con expectativa un mercado de pases que se prevé intenso y lleno de novedades.
Los descartados que no seguirán en Matute
Son tres los futbolistas que ya tienen claro que no formarán parte del proyecto aliancista para 2026: Guillermo Enrique, Ángelo Campos y Ricardo Lagos.
Guillermo Enrique, lateral derecho de 25 años, llegó como opción del entrenador Néstor Gorosito. Sin embargo, las lesiones terminaron por frenarlo en los momentos clave. La directiva valoró su esfuerzo, pero la falta de continuidad inclinó la balanza y no habrá renovación.
Ángelo Campos, arquero que defendió el arco blanquiazul durante cinco temporadas, también se despide. Con menos minutos en la última campaña, su presencia en el plantel perdió fuerza, algo que terminó influyendo en la decisión final del club.
Ricardo Lagos, protagonista del bicampeonato 2021-2022, tampoco entra en los planes para el próximo año. Su participación se redujo drásticamente y con eso se apagó la posibilidad de que continuara. La salida marca el cierre de un ciclo importante, sobre todo para los que recuerdan sus años más brillantes en la banda izquierda.
Es un cambio que duele a muchos, pero que refleja un proceso natural de renovación. Además, estos movimientos también despiertan conversaciones en redes, en tribunas y en análisis ligados a apuestas deportivas, donde el rendimiento de cada jugador siempre se sigue con lupa.
El motivo detrás de estas decisiones
La salida de estos jugadores no responde a un movimiento improvisado. El cuerpo técnico y la gerencia deportiva han venido realizando una revisión detallada de la plantilla, buscando nombres que encajen en un nuevo enfoque con más regularidad, mayor consistencia y una frescura que permita encarar la Liga 1 2026 con más ambición.
El caso de Guillermo Enrique es uno de los más comentados. El club lo trajo como pieza importante para reforzar una zona donde se necesitaban alternativas. Pero las lesiones lo acompañaron desde el inicio y no pudo mostrar todo lo que se esperaba de él.
Con Campos y Lagos ocurre algo diferente. Ambos fueron claves en distintas etapas del club, pero la falta de minutos en las últimas temporadas dejó entrever que ya no eran prioridad en la planificación. Es un golpe emocional para muchos aficionados, pero la realidad indica que el fútbol es dinámico, y la competencia interna también lo es.
Además, la intención del club es abrir espacio para nuevos refuerzos. La idea es que la próxima temporada el equipo sea más fuerte, tanto en defensa como en ataque.
Otros nombres en evaluación
Aunque la salida de Enrique, Campos y Lagos ya es un hecho, el plan de renovación no se detiene ahí. Se ha mencionado que hasta siete futbolistas podrían alejarse de Alianza Lima al acabar la temporada.
En ese grupo aparecen nombres conocidos como Pablo Ceppelini, Alan Cantero, Matías Succar e incluso el emblemático Hernán Barcos, cuyo caso permanece en evaluación.
Ceppelini ha tenido momentos prometedores, pero también temporadas marcadas por lesiones y bajos rendimientos. Cantero, que llegó prestado desde Godoy Cruz, finalizaría su vínculo sin que el club ejerza alguna opción de compra. Succar, por su parte, podría salir cedido para tener mayor continuidad en otro equipo. El caso de Barcos es especial. Su liderazgo y jerarquía no están en duda, pero la directiva analiza si su renovación encaja en los objetivos del nuevo proyecto.
Todo esto demuestra que el club está dispuesto a hacer cambios importantes. El objetivo es construir una plantilla más equilibrada, rejuvenecida y lista para competir con intensidad durante toda la temporada.
El enfoque en el mercado
Con la confirmación de varias salidas, la conversación pasa a los refuerzos. Alianza Lima ya viene tanteando opciones para cubrir las posiciones que quedarán vacías. Se habla de un lateral joven con proyección, un defensor procedente de otro club nacional y un delantero con olfato goleador para reforzar la zona ofensiva.
El club ya mira al escenario internacional. Después de temporadas irregulares, la intención es que el equipo vuelva a mostrarse competitivo y ambicioso. Para lograrlo, cada refuerzo debe ser elegido con precisión, sin dejar espacio para improvisaciones. Los directivos parecen decididos a reconstruir el plantel desde la base, fortaleciendo zonas específicas y asegurándose de que el grupo tenga la mezcla necesaria de experiencia y energía joven.
Cómo incide este proceso en la afición y el entorno del club
Como suele suceder en clubes grandes, cada salida genera un impacto emocional. Hay quienes ven partir a jugadores que marcaron temporadas inolvidables, mientras otros celebran la llegada de nuevos aires. Es parte del sentimiento que envuelve al fútbol.
Para la afición, este proceso se vive también como una oportunidad. Nuevos nombres abren la puerta a nuevas historias, nuevas conexiones y renovadas esperanzas. Además, las decisiones que se tomen en las próximas semanas mostrarán con claridad la dirección del proyecto 2026.
La transición ya empezó, y cada paso, del más pequeño al más evidente, será clave para definir el futuro inmediato del club.

