En Piura, una región afectada cada año por el dengue, ya comenzaron las labores de vacunación, pero el sistema de salud sigue enfrentando escasez de recursos y personal. Esto obstaculiza una respuesta eficaz. Como ocurre con más fuerza durante el verano y la temporada de lluvias, el dengue representa una seria amenaza para la salud de la población. Además, afecta la capacidad de estudiantes y trabajadores para desempeñarse, lo que agrava la situación económica de muchas familias.
En este escenario, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) identificó que, hasta noviembre de 2024, Piura reportó 29,955 casos confirmados de dengue. Aunque esta cifra es inferior a la observada el año pasado (77,995 casos), la región se coloca como la tercera más afectada del país. En el mismo periodo, las provincias con el mayor número de casos fueron Piura (39,252), Sullana (15,173), Morropón (7,581) y Paita (7,381), de acuerdo con el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsa).
“Este problema no se circunscribe exclusivamente a los meses de verano, sino que se mantiene constante a lo largo del año. No obstante, durante los periodos de temperaturas altas, la situación se agrava. En este contexto, es esencial analizar la eficacia de las intervenciones implementadas para optimizar la capacidad de respuesta del sistema de salud. Además de ampliar la cobertura asistencial y, fundamentalmente, reforzar las estrategias de prevención”, precisó Germán Vega, economista de REDES.
Contrarrestando la enfermedad: plan piloto y población vulnerable
El Minsa inició un plan piloto el 23 de noviembre que busca vacunar a menores de 10 a 16 años en la región, con el objetivo de inmunizar a alrededor de 100 mil niños. Aunque es un avance en la lucha contra el dengue, no incluye a otros grupos vulnerables como adultos mayores, personas con hipertensión, enfermedades respiratorias crónicas y niños menores de 5 años. Todos ellos requieren atención prioritaria por ser más vulnerables a tener complicaciones graves.
La distribución de las vacunas es limitada, considerando que la región tiene alrededor de 2 millones de habitantes. Aunque la vacuna es gratuita, según manifestó una especialista relacionada al sector, aún no todos accederán a ella. Por lo pronto, deja a los grupos más vulnerables sin protección frente al dengue.
Ante la situación expuesta se suma que solo el 45.6% de los servicios de salud funcionan al menos 12 horas al día en Piura. Eso resulta alarmante dada la urgencia de una atención médica rápida ante los casos de esta enfermedad. Además, la región Piura es la segunda con una menor cantidad de médicos en el país, con apenas 6 por cada 10,000 habitantes, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 23 médicos por cada 10,000 habitantes.
Falta de agua agrava la situación
Hay que considerar que la falta de acceso continuo a agua en Piura, donde solo el 16.2% de hogares tiene servicio las 24 horas, obliga a las familias a almacenar agua en bidones. Ello favorece la reproducción del mosquito del dengue si no se cambia con frecuencia o se deja destapado. En este sentido, Vega señala que siempre hay un peligro latente.
“La escasez de médicos y la capacidad limitada del sistema de salud afectan de manera crítica la atención médica, dificultando tanto la prevención como el tratamiento oportuno de enfermedades. Esto se traduce en un deterioro significativo de la salud de la población, acompañado de ausentismo laboral y escolar, y de condiciones post-infecciosas que reducen la productividad. Además, las familias enfrentan mayores gastos médicos, mientras el sistema se ve saturado, profundizando las brechas en cobertura y calidad de atención”, concluyó el especialista.