Ciertamente, a cualquier chino le encantan los smartphones grandes, de 5 a 6 pulgadas. Al menos así me lo relató un buen amigo que paseaba por el metro de Hong Kon. Tanto así, que Samsung institucionalizó un término especial para los celulares con más altura que la palma de la mano: las phablets. Así se les llama, entonces, a los celulares que podrían asemejarse a las tablets debido a sus dimensiones físicas.
El Sony C5 ultra, por ejemplo, mide 6 pulgadas de alto. Casi hay que cogerlo con ambas manos para evitar accidentes. Y, así, hay celulares (o phablets), que llegan a medir 6,5 pulgadas, es decir, un aparato ya difícil de poner en el oído para hablar con otra persona. Aquí entran a la escena los audífonos con cable o inalámbricos, o con Bluetooth.
Lo cierto es que este año los modelos de celulares chinos han alcanzado dimensiones poco esperadas, gigantes y novedosas. Y están dando mucho que hablar, especialmente por sus funcionalidades; y, en medio de tanto Trump y EE.UU., las ventas de los celulares chinos están incrementándose.
Por encima se hallan los populares Xiaomi. El Xiaomi Max, por ejemplo, tiene una generosa pantalla FHD de 6,44 pulgadas, y no creo que quepa fácilmente en el bolsillo. La batería del Max está acorde con su potencia y tamaño, de 4.850 mAh, aunque no es una batería de carga rápida. Pero tiene Android 6 MIUI, totalmente personalizable, en compensación. Funciona con cualquier aplicación que requieras, y con 4GB de RAM y 128GB de almacenamiento interno, el aparato cuesta 280 Euros. Por fin, te permite grabar vídeos en 4k. Como dicen, popularmente: “es un ‘maquinón’”.
Sin embargo, hay otras opciones que puedes conseguir buceando en Internet: el STAR Z1-MTK6582, que es considerado el clon del Xperia Z1 de Sony. O el Xiaomi Red Rice 1S, con 1GB de RAM y 8 de ROM. O el hermano gemelo del iPhone 5s, el Goophone i5S, de 5 pulgadas y con el precio de 115 Euros.
Otras opciones son el Elephone P3000s; el UMI Zero 5; y el Cubot X11. Todos ellos con sobresalientes funcionalidades.