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En la tumba de Tutankamón, faraón de Egipto entre 1336 a. C y 1327 a. C, no existen cámaras ocultas, ni adyacentes ni en su interior, según una investigación científica presentada en la IV Conferencia Internacional sobre Tutankamón.

Los autores de la investigación aseguran que así se zanja la controversia de que la tumba de la reina Nefertiti se encontraba junto a la de Tuntankamón, en el Valle de los Reyes, Luxor. El trabajo es el resultado de los estudios y análisis de radar de penetración terrestre recogidos en febrero desde el interior de la tumba, realizados por un equipo de la Universidad Politécnica de Turín (Italia). 

Las pruebas demuestran que no existen discontinuidades en la pared de la tumba, puesto que se ha identificado la transición de la roca natural a los sillares que componen las paredes de la sepultura, ni evidencias de la existencia de jambas o de dinteles de puertas, o de "reflectores planos", que podrían indicar la existencia de paredes de una cámara funeraria o áreas vacías ocultas detrás de los frescos que adornan los muros de la tumba.

La supuesta 'cámara secreta'

En 2015, el egiptólogo británico Nicholas Reeves sugirió que la tumba de la reina Nefertiti estaba oculta detrás de las pinturas de los muros norte y oeste de la cámara funeraria de Tutankamón, después de que se hallaran resultados contradictorios de dos estudios anteriores de radar, llevados a cabo por un equipo científico japonés y estadounidense.

Tras este nuevo trabajo, "se concluye, con un alto grado de confianza, que la hipótesis relativa a la existencia de cámaras ocultas o corredores adyacentes a la tumba de Tutankamón no está respaldada por los datos del radar de penetración terrestre", declaró Francesco Porcelli, según informa el Ministerio de Antigüedades de Egipto.

En la necrópolis de Tebas, cerca de Luxor (Egipto), arqueólogos japoneses hallaron la tumba de un escriba real. Los investigadores calculan que la cripta es del año 1200 A.C. aproximadamente –fecha que coincide con la época del Imperio Nuevo. Los arqueólogos descubrieron la tumba del escriba real mientras exploraban la cripta del máximo oficial del faraón Amenofis III. El sepulcro en forma de T se encuentra orientado hacia el eje este-oeste y está conformado por dos habitaciones: el cuarto principal, con 4.6 m de largo, y un hall transversal de 5.5 m. Hasta el momento, los investigadores solo han explorado una parte de la tumba.

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