El cambio climático puede afectar de diferentes maneras a las personas. Esta crisis incluye fenómenos naturales como sismos, maremotos, incluso olas de intenso calor y fríos extremos.
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A partir de accidentes desatados por la crisis ambiental es posible desarrollar un temor, o miedo crónico, a la probabilidad de que suceda o sobrevenga una catástrofe, lo que lleva a una persona a mostrar una preocupación crónica por su propio futuro y por las generaciones venideras. Ello conlleva a un incremento del estrés, que hasta puede desencadenar en un estado depresivo grave. A esta condición se le conoce como “ecoansiedad”, que afecta a la salud mental y el bienestar de quienes la padecen.
¿Cómo enfrentar este problema? Jessie Salazar, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), comparte algunas recomendaciones para manejar la “ecoansiedad” y mantener equilibrio emocional y mental:
- Aprende a reconocer las emociones y acéptalas. Para identificarlas es importante realizar un registro diario en el que puedas describir paso a paso las situaciones vividas, los pensamientos que surgieron, las emociones resultantes y las acciones tomadas, así como las consecuencias de estas. Las emociones no son positivas ni negativas, simplemente existen; lo que importa es cómo respondes ante ellas.
- Practica ejercicios de relajación. Estos son muy útiles para reducir los síntomas del estrés y la ansiedad, y para mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, la respiración profunda, la meditación y el mindfulness son algunos que contribuyen a ello.
- Evita exponerte de forma constante a factores estresantes. Si ver o buscar noticias sobre la crisis ambiental y sus daños colaterales te produce miedo, preocupación excesiva, procura disminuir la exposición a este tipo de información. Tómate un descanso en intervalos regulares de los medios de comunicación y/o dispositivos móviles con conexión a internet. Esto contribuirá mucho a tu salud y equilibrio mental.
- Fomenta la conexión con otras personas. Este aspecto es fundamental, ya que las interacciones contribuyen a tu desarrollo personal. Establecer y mantener relaciones interpersonales positivas puede proporcionarte vínculos afectivos profundos, lo que te ofrecerá apoyo y acompañamiento emocional, reduciendo la sensación de desasosiego y aislamiento, y te ayudará a manejar de manera más saludable la ansiedad que pueda provocar la crisis ambiental.
- Realiza ejercicio físico regularmente. No puedes descuidar el movimiento como parte de una vida saludable y equilibrada, tanto física como emocionalmente. El ejercicio permite que el cerebro libere endorfinas, sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Por lo tanto, practicar actividad física contribuirá de manera significativa a tu regulación emocional.