Un nuevo hecho de violencia sacudió al distrito de Veintiséis de Octubre, en Piura, donde cuatro hombres fueron atacados a balazos por presuntos sicarios. El ataque, ocurrido en la tarde del lunes 6 de octubre en el asentamiento humano Nueva Esperanza, dejó dos fallecidos y dos heridos graves. Las autoridades policiales investigan el caso como un presunto ajuste de cuentas, en medio del incremento de crímenes y ataques armados registrados en la región norte del país.
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Ataque armado en Veintiséis de Octubre deja dos muertos
De acuerdo con las primeras versiones, las víctimas se encontraban conversando en una esquina del sector 7 de Nueva Esperanza, cuando un vehículo color plomo se detuvo frente a ellos. Sin mediar palabra, los ocupantes dispararon en repetidas ocasiones antes de huir a gran velocidad.
El estruendo de los disparos —más de treinta, según los casquillos hallados— generó pánico entre los vecinos, quienes se refugiaron en sus viviendas. Los moradores y serenos trasladaron a los heridos hasta el hospital Santa Rosa de Piura, donde se confirmó la muerte de Jhon Leny Jiménez Riofrío y Jhon Lenno Neyra García, mientras que las otras dos personas se encuentran con diagnostico reservado.
Policía investiga posible ajuste de cuentas
Los agentes de la Policía Nacional del Perú acordonaron la zona y recolectaron una gran cantidad de casquillos percutidos y rastros de sangre en la vía pública. Personal de la División de Homicidios y peritos de Criminalística levantaron las evidencias para la reconstrucción del ataque.
La Fiscalía de turno tomó conocimiento del caso y realiza las diligencias correspondientes para identificar a los responsables. Fuentes policiales no descartan que se trate de un ajuste de cuentas, aunque algunos vecinos indicaron que las víctimas trabajaban como obreros de construcción civil.
Sicariato en Piura genera alarma ciudadana
El crimen se suma a una serie de ataques armados en Piura, donde los casos de sicariato y extorsión han incrementado en las últimas semanas. Los vecinos del distrito demandan mayor presencia policial y acciones concretas para frenar la violencia que mantiene en zozobra a los barrios del norte peruano.