La Defensoría del Pueblo realizó una supervisión a las farmacias públicas y privadas en diversas zonas del país y determinó que los habitantes de la sierra son quienes pagan más por adquirir medicamentos, lo cual afecta su derecho fundamental a la salud.
Según informó el Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez Camacho, la supervisión tuvo como objetivo determinar la disponibilidad y accesibilidad de tres medicamentos de uso común como son el ciprofloxacino (antibiótico contra la neumonía y otras infecciones), Amoxicilina (antibiótico usado principalmente en niños y mujeres embarazadas) y Salbutamol (broncodilatador para el tratamiento de enfermedades respiratorias).
La supervisión demostró que en el caso de la amoxicilina el jarabe genérico puede encontrarse en farmacias privadas de Huánuco desde S/2.5 hasta los S/18.5. Mientras que el Salbutamol en inhalador puede encontrarse hasta en más de 4 veces su valor en farmacias privadas de Cajamarca.
Precisaron que la variabilidad de precios se da también en las farmacias públicas, donde constataron que el ciprofloxacino genérico se vendía a S/1,10 en Piura, mientras que en Madre de Dios cuesta S/0,22. En el caso de la amoxicilina jarabe, esta cuesta S/1,10 en Loreto y S/4,80 en Piura, mientras que salbutamol inhalador cuesta s/ 3,60 en Loreto y en Lambayeque S/ 7,38.
También se determinó que actualmente el 3% de las farmacias públicas no cuentan con ciprofloxacino y salbutamol. Sin embargo, estas medicinas pueden hallarse en establecimientos privados hasta en 3 veces su precio original y si se trata de un producto de marca puede costar hasta 10 veces su valor.
Control y responsabilidades
Al respecto, el Defensor comentó que en Perú no existe una norma que establezca la obligatoriedad de contar con un stock mínimo de genéricos esenciales en las farmacias y boticas privadas. Agregó que el Parlamento debería tomar carta en el asunto y pidió que se realicen supervisiones continuas y de ser necesario se sancione.
El defensor comentó que es responsabilidad del Estado garantizar la disponibilidad y accesibilidad económica de los medicamentos, debido a que se deben priorizar para la recuperación y conservación de la salud.