El decano de la Facultad de Ingeniería de Minas de la Universidad Nacional de Piura (UNP), Wilmer Arévalo Nima, aseguró que la extracción responsable de los recursos naturales del subsuelo podría convertirse en una herramienta clave para reducir los índices de pobreza en el país.
Durante una entrevista concedida a un programa digital, Arévalo destacó que la convivencia entre minería y agricultura es posible, siempre y cuando se garantice la protección del ecosistema, los suelos y se promuevan proyectos de desarrollo sostenible.
“Si me preguntas si es posible la convivencia de la minería y agricultura, diría que sí, siempre y cuando se dé una gestión adecuada de la conservación del agua, la inversión en infraestructura rural, acuerdos entre la comunidad y la minería; nadie quiere dañar al vecino”, precisó.
El especialista también lamentó que, pese a la riqueza mineral con la que cuenta el país, los niveles de pobreza continúan en aumento.
“En el subsuelo existen recursos naturales que, si son extraídos, se puede reducir la pobreza. En 2022 fue del 31%; en 2023 subió al 33%. Eso no es justo, teniendo minerales de alto valor que podrían contribuir al desarrollo de nuestros pueblos”, señaló.
Por su parte, Arturo Ortiz, estudiante de Ingeniería de Minas e integrante del grupo Amautas Mineros, sostuvo que la minería genera un impacto económico positivo directo e indirecto en las comunidades, desde pequeños comerciantes hasta transportistas.
“La mayoría de jóvenes que no estudian se van a trabajar a minas en Ecuador, muchas veces en condiciones informales, porque no encuentran oportunidades aquí. Si no tienes una profesión, es más difícil salir adelante. Muchos terminan en la construcción, el campo o aventurándose a lo desconocido”, comentó.
Ambos coincidieron en que la minería puede ser un motor de desarrollo, siempre que se maneje de forma responsable, transparente y con participación activa de las comunidades involucradas.