La cáscara de plátano contiene vitamina A, que ayuda en la construcción de la inmunidad y luchar contra las infecciones. Asimismo, posee una sustancia llamada luteína, que mantiene los ojos sanos y previene de cataratas.

Se ha comprobado, que cuenta con una  gran cantidad de antioxidantes y la mayoría de las vitaminas del complejo B; pero más la vitamina B6, lo que tu cuerpo necesita para un buen metabolismo.

La piel de esta fruta, contiene fibras solubles e insolubles que hace más lento el proceso de la digestión; aumentando la sensación de saciedad e incluso reduciendo el colesterol en el cuerpo. Además, se recomienda comer la cáscara porque tiene potasio y magnesio, que lleva el control de los niveles de la presión arterial.

Toma nota de la dieta a seguir:

Para consumir las cáscaras amarillas, no tienen que ser cocinadas, además desprenden un sabor a plátano más tradicional, por lo que se adaptan mejor a usos más dulces como mezclar en tus batidos de la mañana, por ejemplo:

Toma todo un plátano pequeño con todo y cáscara y cortado de sus extremos y añade 1-1/2 tazas de agua de avena, 1/2 cucharadita de vainilla, y una taza de cubitos de hielo y mezcla en una licuadora potente por 10 minutos así queda completamente molida la cáscara para una mejor digestión. Esto lo puedes tomar en el desayuno.

Para consumir las cáscaras no tienen que ser cocinadas, solo se agrega a los jugos.

– También puedes hacer un té de cáscara de banana que puedes consumir junto a sopas, salsas, arroz y otros platos. Coloca una cáscara de plátano maduro (asegúrate de cortar los extremos) en una olla con agua suficiente para cubrirlo. Hervir durante unos 10 minutos, colar y beber solo o con la leche de avena y miel de abejas opcional.

Esto lo debes de consumir una semana para eliminar esos kilitos de más, pero es importante que sigan una dieta y hacer ejercicios para que el resultado sea perfecto.