Cada 24 de mayo se conmemora la devoción a María Auxiliadora, patrona de la ciudad de Piura, una tradición profundamente arraigada en la comunidad local. Esta celebración tiene sus raíces en la llegada de los Salesianos al Perú en 1891, congregación que, seis años después, se estableció en el distrito limeño de Breña. En 1900, construyeron allí una capilla dedicada a la Virgen en su advocación de Auxiliadora de los Cristianos, iniciando la difusión de esta devoción en Lima y posteriormente en diversas regiones del país.
María Auxiliadora en la historia de la Iglesia Católica
El título de «Auxiliadora» fue atribuido por primera vez a la Virgen María por San Juan Crisóstomo en el año 345, quien la llamó «auxilio potentísimo de Dios». Posteriormente, otros santos difundieron su veneración bajo esta advocación. En el siglo VI, San Sabas mencionó una imagen en Oriente conocida como «Auxiliadora de los enfermos», asociada a curaciones milagrosas.

San Juan Damasceno, en el año 749, difundió la jaculatoria «María Auxiliadora, rogad por nosotros», resaltando su papel como protectora ante peligros y promotora de salvación. Esta advocación fue oficialmente incorporada a las letanías marianas en 1572 por el Papa San Pío V, tras la batalla de Lepanto.
Durante los siglos XVII y XVIII, la devoción se fortaleció en Europa. En Alemania, tras la Guerra de los Treinta Años, surgieron más de 70 capillas dedicadas a María Auxiliadora. En 1683, tras la victoria en Viena, se fundó la asociación que aún existe en más de 60 países. En 1814, el Papa Pío VII, liberado tras su cautiverio por órdenes de Napoleón, instituyó oficialmente el 24 de mayo como el día de María Auxiliadora.
Apariciones a San Juan Bosco y construcción del santuario en Turín
En 1860, San Juan Bosco relató haber recibido una aparición de la Virgen, quien le pidió ser honrada con el título de Auxiliadora. Tres años después, inició la construcción de una iglesia en su honor en Turín, Italia, con recursos muy limitados. El templo fue consagrado el 9 de junio de 1868. Don Bosco consideró que cada ladrillo del santuario representaba una gracia concedida.

Actualmente, los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora continúan promoviendo esta devoción en el mundo, con especial presencia en ciudades como Piura, donde cada 24 de mayo se rinde homenaje a la patrona con actos religiosos y expresiones de fe popular.